Comienzan las Fiestas Aracelitanas de Lucena

La Gloria aracelitana empezó a manifestarse con auténtica plenitud en Lucena después de las salvas que, al mediodía de este viernes, anunciaban el comienzo oficial de las fiestas patronales. Consumada la Bajada y asimilada la conjunción histórica de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen de Araceli, la localidad se adentra en su fin de semana principal. 

El nombramiento oficial de las seis damas y la aracelitana mayor y el íntimo, literario y conmovedor pregón de José Francisco Beato, presentado por su hija Araceli Beato Beato, significaron, como dicta la tradición, el inicio de un programa imparable.

La Virgen de Araceli de Lucena vuelve a San Pedro Mártir una década después

Designadas por el Ayuntamiento, la proclamación de las siete jóvenes que acompañarán a la patrona de Lucena acontecía esta noche en el templo de San Mateo. En este año, ejercen de damas Lourdes Crespillo, Ana Doblas, Olga Egea, María Isabel Jiménez, Marta López y María Ranchal y ha sido nombrada aracelitana mayor María Eugenia Ramírez. Previamente se inauguraba un alumbrado compuesto por 8 portadas y 92 motivos aéreos con 170.000 puntos led, aglutinándose 75.000 unidades en la Plaza Nueva.

Finalmente, empezaba el canto del pregón fijado en "la sonrisa" de la Virgen de Araceli. Esta expresión maternal, protectora y de complicidad titulaba y desplegaba un texto con permanentes evocaciones, de principio a fin, al trenzado por el padre del pregonero, Luis Beato García, hace justamente medio siglo.

Designadas las siete damas de la Virgen de Araceli para 2024

Al suponer "la distancia más corta entre dos personas", el pregonero confesó que su "mejor estímulo" para entonar esta exaltación a la advocación aracelitana afloró "en la sonrisa de la Virgen".

Homenajes

Entre detallados y directos homenajes a la camarera de la Virgen, Rosa Buendía; al Taller de María; o a Manolo del Pino y Encarni Gámiz, guardianes del santuario, José Francisco Beato encadenó versos propios, con improntas indiscutiblemente lucentinas, y poesías de autores autóctonos como Francisco Romero, Antonio Rivas o Francisco Barbancho; y de autores eternos, entre ellos, Miguel Hernández o Federico García Lorca, así como del redactor del himno aracelitano, José María Pemán. 

Beato brindó un emocionante homenaje a su manijería, en el primer domingo de mayo de 2007. Junto a los actos ordinarios, mantuvo que los turnos de vela ante la Virgen a "ninguna otra sensación se asemeja". Concluyó con un tributo eterno a sus padres, convertido en oración, con el deseo unir a todos los lucentinos en la devoción aracelitana.