El final de la sequía

Vecinos, empresarios y alcaldes muestran su alivio por la vuelta del agua al norte de Córdoba

Las comarcas norteñas han vivido un año con numerosos problemas y ahora sólo esperan la decisión final para abrir los grifos, aunque aún persiste la desconfianza por la calidad del líquido

Reparto de agua en Los Pedroches este martes, tras el anuncio de la inminente vuelta del agua.

Reparto de agua en Los Pedroches este martes, tras el anuncio de la inminente vuelta del agua. / Rafael Sánchez

El 17 de abril de 2023 la vida de la ciudadanía de Los Pedroches y el Guadiato cambió con la declaración del agua de La Colada como no apta para el consumo humano. Los análisis indicaron una cantidad de carbono orgánico total (COT) superior al permitido y la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía comunicó que el agua no podía beberse, ni utilizarse para cocinar, aunque sí era posible emplearla para el aseo. Una decisión que ya se rumoreaba y que dejó estanterías vacías en los diferentes supermercados porque la gente fue a hacer acopio de garrafas de agua ante las noticias que se escuchaban o tan solo con su intuición, porque por aquel entonces el agua que salía de los grifos invitaba a pensar que algo iba a ocurrir.

La solución, en las puertas

Un año después el problema está a las puertas de solucionarse y la ciudadanía espera la comunicación contraria, es decir, que el agua ya sí es potable. Esa noticia se espera esta misma semana, según lo avanzado por el presidente de la Diputación, Salvador Fuentes, después de que Sierra Boyera haya recuperado casi un 70% de su capacidad. En estos 365 días, los negocios se han tenido que ir adaptando con un caos al principio considerable, especialmente los más afectados como los del sector agroalimentario, donde hubo que hacer cambios y ajustar los procesos a las necesidades.

Lo cuenta Israel García, CEO en Supramar, una empresa dedicada a la venta de pescado y marisco. “El principio fue un drama común para todos, tuvimos que comprar un palet de agua mineral embotellada para poder trabajar a las horas establecidas, ya que el agua del grifo no se podría introducir en el proceso de producción”, narra. Una situación que es común a multitud de empresarios que han tenido que introducir en sus gastos de producción la compra del agua y en la distribución de los tiempos el tener que ir a por agua a las cisternas.

"Tuvimos que comprar un palet de agua mineral embotellada para poder trabajar"

Israel García

— Director ejecutivo de Supramar

“Nosotros llevábamos en la furgoneta las garrafas para llenarlas en los puntos donde estaban las cisternas, a veces nos decían que nos fuéramos a otro punto porque colapsábamos”, cuenta García. Esos tiempos se notaron más en momentos de venta importante como en Navidad, aunque ahora parece que van a dejarse atrás, por lo que el empresario espera que “ya venga la determinación de que el agua es potable, también por comodidad, no es lo mismo el proceso pudiendo utilizar el agua del grifo que si no la podemos utilizar”.

Sigue la desconfianza

Si las empresas están pendientes de esa determinación, también lo está la ciudadanía, entre la que hay opiniones de todo tipo. Hay personas que no dudan en asegurar que “volveré a utilizar el agua para todo cuando digan que es potable”, pero esa confianza no es extensible. María García es madre de dos pequeños, uno de ellos nació en noviembre y todavía no lo ha bañado con agua del grifo. “Utilizo el agua de las garrafas y voy a seguir haciéndolo, al menos durante un tiempo”, explica.

La tercera vertiente de toda esta situación la vivieron las administraciones más cercanas, es decir, los ayuntamientos, que tuvieron que idear sistemas para hacer llegar el agua a las personas más vulnerables o a centros como los escolares o las residencias de mayores. Ahora, esa situación también se verá aliviada.

Una pareja pase por la presa de Sierra Boyera con un manojo de espárragos durante las lluvias intensas de marzo, que llenaron el pantano.

Una pareja pase por la presa de Sierra Boyera con un manojo de espárragos durante las lluvias intensas de marzo, que llenaron el pantano. / Rafa Sánchez

Ana Ruiz, vecina de Villanueva de Córdoba, señala que "es una gran noticia que llevábamos tiempo esperando" y recuerda "lo que nos costó de un día para otro tener que adaptarnos a las garrafas y a los camiones" si bien ahora "espero que la adaptación al grifo y a lo normal sea mucho más rápida".

Francisco Gómez, de El Viso, indica que "ya antes de que pasara esto bebíamos en casa agua embotellada y supongo que así seguiremos aunque será mucho más fácil la vida para cocinar o quien tenga niños pequeños e incluso con las personas mayores", a la vez que rememoraba "lo difícil que fue el verano pasado o cuando se recibían familiares en casa".

"Ya antes de que pasara esto bebíamos en casa agua embotellada"

Francisco Gómez

— Vecino de El Viso

La opinión de los empresarios

Ana Rojo regenta la Churrería La Esquina, en Dos Torres, y cuenta que "hemos sido pacientes y resignados y quizá teníamos que haber estado más unidos en esta demanda", a la vez que espera recuperar algunas rutinas sobre el agua caliente que antes se calentaba en el termo y que en este año ha tenido que ser calentada de otra manera.

Consultados varios establecimientos de hostelería de Hinojosa del Duque, sus propietarios comentan el sobre coste económico que ha supuesto comprar el agua, ya que no podían "con tanto uso que hacemos" ir a los camiones, o colocando bombas para las cafeteras y con dificultades también para los hornos. También relatan las visitas de inspectores de salud que han tenido y confían en "poder volver a la normalidad cuando se confirme por parte de la Delegación de Salud que el agua tiene todos los parámetros y es apta para el consumo humano".

Hablan los alcaldes

El alcalde de Obejo y presidente de la Mancomunidad del Valle del Guadiato, Pedro López (PP), señala que "recibimos la noticia con alegría". Añade que "se ha cumplido la previsión que nos iba dando el presidente de la Diputación sobre el mes de abril y además se ha adelantado con la lluvia que hemos tenido". López indica que "es muy importante que se hayan realizado las inversiones" por parte de la Diputación, con la financiación de 4 millones aportados por la Junta, sobre La Colada "para futuras sequías y por si se necesita".

El alcalde de Alcaracejos, José Luis Cabrera (PSOE), destaca cómo las lluvias de marzo han aportado agua a Sierra Boyera "y han sido muy bien recibidas ante la necesidad que había para nuestro pueblo y para ganaderos y agricultores" por lo que "ya por fin, con la lluvia recibida, podremos contar con agua potable, después de un año, que se dice pronto, sin ella". Recuerda cómo en su localidad, con dos residencias, ha habido muchos problemas y "ha habido que hacer grandes esfuerzos en estos doce meses". También José Luis Cabrera pidió a todas las administraciones que acometan las infraestructuras necesarias "para que esto no se vuelva a repetir" y animó a los ciudadanos a "valorar lo que tenemos y no malgastarla".

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