El Colegio de Arquitectos considera "muy oportuna la intención municipal de precisar no solo los contenidos, sino también los procedimientos" en la nueva ordenanza, según asegura su decano, Felipe Romero, ya que con la actual "solo se exige una inspección ocular que el arquitecto informante, según su criterio, podrá ampliar o no con pruebas". Añade que como las pruebas "la mayoría de las veces no son baratas, los propietarios no aceptarán las mismas y nos encontraremos en un punto de difícil equilibrio y solución". Por ello, que "concrete y prevea, en base a las circunstancias concurrentes, la exigencia de pruebas sería un gran avance". Ese paso "equivale a la protocolarización de la inspección, como se hace en la profesión médica, definiendo de antemano para cada caso las pruebas iniciales" y, según su resultado, "la profundización en las mismas". El colegio ofrece "ayuda y colaboración" para redactar "una ordenanza ejemplar", que es "bienvenida", y "no porque sea un beneficio para los arquitectos en paro", sino como "herramienta para el mantenimiento de los edificios y su adecuación a unas condiciones de vida seguras, accesibles y respetuosas con el medio ambiente".