Hacía tiempo que no oía en un foro público local tal cantidad de discursos patrióticos ni tan emocionados vivas a Córdoba como los que escuché ayer a cuenta del salmorejo. No podía ser otra que Sevilla la que despertara ese sentimiento cordobés--cordobita, ni otro tan vehemente como el concejal Ricardo Rojas quien defendiera la dignidad del mantel cordobés de las garras del enemigo sevillano, esa ciudad vecina que ha osado ultrajar el nombre de un plato más de aquí que el mismísimo flamenquín. ¡Qué coraje! Y es que el cordobés es un ser tan genuino que puede permanecer impasible ante muuuchas cosas y saltar cual resorte si le atacan en su honor. Eso es lo que ha pasado. Ni más ni menos. De ahí que ayer el acto de investidura de tres nuevas embajadoras (Almudena Villegas, Celia Jiménez y Carmen López) y de siete nuevos socios de la Cofradía del Salmorejo Cordobés (José María Serrano, Javier Castro, M Nieves Alonso, Inmaculada Fernández--Martos, Damián Castro, M Carmen Ruiz y de nuevo la pintora M Carmen López) se convirtiera en la escenificación, precisamente en el Mercado Victoria, de una gran victoria, una especie de gol a Sevilla que como tal reivindicaron tanto Rojas como el presidente cofrade, Pablo Pombo. Todo ello envuelto en la defensa acérrima de la marca Córdoba, que tan necesitada está de patriotismo en tiempos de crisis como éste.

Ya son más de 200 los socios de la Cofradía del Salmorejo ¡Cooooooordobés! (apellido que no se cansó de repetir el concejal del ramo), una cofradía que según su secretario, ha admitido a todos los que se han presentado voluntariamente a ello y que sigue abierta a todo el que quiera serlo. Cabe señalar que la investidura supone el pago de una cuota anual de 100 euros y el lucimiento público obligado de una capa de pañete también muy cordobesa que hace las delicias de los investidos en invierno pero que en días como ayer, de calor sofocante, abrigó en demasía a los presentes.

Dicho esto, solo cabe hacer publicidad de la célebre frase made in Ricardo Rojas: "Estés donde estés, pide salmorejo cordobés". Ahí queda eso señores.