El padre de Elia, Eduardo Baena, quiso advertir a su hija tras los rumores que había escuchado y que alertaban de que la menor estaba siendo maltratada por su pareja. Una intuición compartida por amigos de la familia. La joven, de 17 años, llevaba ocho meses junto al chico de 23 años: "Cuando se peleaban se venía a mi casa y después volvía otra vez con él", cuenta Eduardo frente al tanatorio. Sin embargo, nadie había puesto una denuncia por malos tratos, aunque la Guardia Civil investiga el suceso como un posible caso de violencia de género. Los agentes siguen escarbando entre la maleza del río Blanco para localizar el arma del crimen. Están a solo 300 metros del lugar en el que encontraron el cadáver de la víctima con un disparo en la cabeza, en un local en el que vivía con su presunto asesino. Fue la madre del chico quien alertó de lo ocurrido. Él en un principio hizo creer que se trataba de un suicidio pero, finalmente, habría acabado confesando el crimen llevado a cabo con un arma de fabricación casera. Elia es la novena víctima de la violencia de género en lo que va de año, la primera menor de edad.