Varios miles de manifestantes han acudido este mediodía a esta nueva protesta masiva por la sanidad publica en Madrid. Cada asistente, por una razón. Ochocientos mil pacientes madrileños esperan una prueba, una cita o una operación. Piden que cada enfermo sea atendido presencialmente en 48 horas como máximo, la contratación de unos ocho mil profesionales para evitar las listas de espera, el fin de las privatizaciones y la inversión de 500 euros más al año por cada paciente.