El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llegado en el último momento al desfile del 12 de octubre hasta el punto de que el rey Felipe VI y la reina Letizia han tenido que esperar con el coche detenido en el paseo de la Castellana a que se acercara a recibirle el jefe del Ejecutivo. No obstante, Sánchez no se ha librado de algún abucheo y gritos de “dimisión” mientras acompañaba al rey.