Sólo unas horas ha permanecido en su cargo la primera ministra de la historia de Suecia. Magdalena Andersson dimitía de ese puesto horas después de ser investida, y después de perder la votación de sus presupuestos. Su elección llegaba después del abandono de su antecesor, que perdió una moción de censura. Encabezaba un gobierno de coalición.