Di 'adiós' a comer queso: piden retirarlo de la dieta por esta razón médica

Los expertos desarrollan los motivos por los que es mejor sacar al queso de la dieta

El queso cheddar de Trethowan's Dairy

El queso cheddar de Trethowan's Dairy / TRETHOWAN'S DAIRY

Podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que el queso es uno de los alimentos con más éxito en todo el mundo gracias a su sabor y a su versatilidad en la cocina. La amplia variedad de productos y las distintas denominaciones de origen hacen que el queso trascienda gastronómicamente y pase de ser un simple ingrediente a un producto para la degustación y el disfrute.

Nutricionalmente el queso es una fuente de proteínas, de calcio y de otros importantes nutrientes; pero también tiene un alto contenido en grasas y sodio que, junto con otros factores, ha llevado a algunos profesionales a levantar la voz y a recomendar reducir o eliminar su curso de la dieta diaria por algunos motivos.

Diversas voces han apuntado cuáles pueden ser las consecuencias de comer queso y las razones por las que podría ser mejor retirarlo de la dieta. Sin ir más lejos, la doctora Mya Bellige explicaba a EatThis que "reducir el consumo de queso puede reducir los dolores de cabeza y las migrañas causados por los efectos de la tiramina que se encuentra en el queso".

Por otra parte, la dietista Evangeline Mantzioris explica que "la grasa saturada en el queso es más controvertida en términos de su papel en el desarrollo de enfermedades del corazón", aunque también destaca que "el consenso de los grandes estudios es que el queso es neutral, es decir, que no tiene efecto positivo o negativo".

Una de las voces más reconocidas en este sentido es la del doctor Neal Barnard, autor de 'La trampa del queso' que afirma de forma rotunda que "si has decidido cambiar la alimentación y estilo de vida para sentirte mejor, no empieces por renunciar al azúcar, los carbohidratos o los alimentos procesados. El primer paso debería ser suprimir el queso de tu dieta".

Grasas y calorías

La primera razón por la que se descarta el consumo de queso es por su alto contenido en grasas y calorías, especialmente en algunas variedades. Los médicos advierten sobre las consecuencias que pueden tener estas grasas en el aumento de peso o el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Inflamación

También es importante tener en cuenta que algunos productos lácteos, incluído el queso, puede contener aditivos, conservantes y otras hormonas que pueden inflamar el cuerpo si se consumen en exceso. Para las personas que padecen una inflamación crónica y que pueden sufrir desde enfermedades autoinmunes hasta enfermedades cardíacas es especialmente recomendable restringuir el consumo de este tipo de productos.

Problemas digestivos

El consumo exceso de queso también puede provocar problemas digestivos en algunas personas como hinchazón o gases. Las razones pueden ser varias: desde una intolerancia a la lactosa hasta otras sensibilidades alimentarias.

Migrañas

Por último, algunas investigaciones apuntan a que la tiramina, un compuesto natural del queso, podría ser un desencadente potencial de los dolores de abeza y migrañas para algunas personas. Por tanto, reducir el consumo de queso podría ayudar a reducir la frecuenciay la intensidad de los dolores.