Hace unos meses, se destapó una red de distribución clandestina que producía, envasaba y vendía un aceite de oliva y aceite de oliva virgen extra falso: el aceite, que procedía de España era realmente un aceite vegetal de semillas y mezcla de semillas que suponía un peligro para la salud porque no tenía una trazabilidad reglada, es decir un registro del origen y la trayectoria desde que se produce hasta que se pone a la venta.

La organización encargada de dar la alerta y poner en marcha la retirada de los productos ha sido la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) que ha podido saber que la mayoría de estos productos se vendían en la Región de Murcia, Catalunya, el País Vasco o la Comunidad Valenciana, aunque no se descarta la distribución en otras Comunidades Autónomas.

Por otro lado, la alerta sanitaria se ha extendido a toda Europa al dar parte a través del Servicio de la Comisión Europea a través de la Red de Alerta Alimentaria Europea (Rasff) para identificar otros posibles canales de distribución internacionales y detener su venta antes de que el problema se extienda más.

Los lotes identificados como aceite de oliva falsos han sido los de las marcas Rahouyi, Virgen de la Salud, Zannouti, La noria, Maysae, Riad Al Andalus, Maakoul o Wafa; y la notificación afecta a todos los formatos y lotes de cada una de las marcas retiradas y vendidas bajo estas denominaciones comerciales.

Además de retirarlos de los lineales, las instituciones recomiendan como medida de precaución que quienes tengan estas marcas en sus hogares se abstengan de consumirlos y se deshagan de ellos inmediatamente.