La Universidad de Córdoba se suma a la celebración del Día de la Mujer con múltiples actividades. Esta semana la Unidad de Igualdad envía a los centros de la Universidad un photocall de pared que se ha elaborado con las fotografías de la comunidad universitaria mostrando su rechazo a la violencia en la concentración del 25 de noviembre, explica la directora de dicha unidad y de la Cátedra de Estudios sobre las mujeres Leonor de Guzmán, María Rosal, quien comenta que hoy a las 13.00 horas, se entregan los premios del 9º Concurso de Microrrelatos, Vídeos de 1 minuto y Tweets contra la violencia de género, convocado por la UCO a través de su Unidad de Igualdad.

Además, se van a desarrollar seis acciones formativas en distintos centros de la universidad. En concreto, el 11 de marzo será Dependencia emocional y violencia de género en la Facultad de Ciencias de la Educación; el 25 se impartirá Salud y violencia de género en la Facultad de Medicina y Enfermería y La protección jurídica de las víctimas en la Facultad de Derecho y CC. Económicas y Empresariales; el día 26 la Facultad de Ciencias de la Educación acoge la acción La coeducación como estrategia para prevenir la violencia de género, la de Ciencias del Trabajo la de Conciliación, corresponsabilidad y brecha salarial y el campus de Rabanales El debate actual sobre la violencia de género. Las actividades son abiertas a la ciudadanía.

Por otra parte, el 27 de marzo, organizada por la Cátedra Leonor de Guzmán, se representará la obra Feminismo para torpes, siendo la entrada libre.

Igualdad

«Las universidades españolas están trabajando de forma coordinada para conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres. Son muchos los avances», señala Rosal quien afirma que «desde la universidad debemos continuar denunciando la feminización de la pobreza, la mercantilización del cuerpo de las mujeres, los silenciamientos por razón de género… La universidad debe incorporar la perspectiva de género en la investigación, en la docencia y en la transferencia de conocimiento. Todo ello se encuentra recogido en nuestro 2º Plan de Igualdad y en ello trabajamos».

En este sentido, la vicerrectora de Políticas inclusivas y vida universitaria, Rosario Mérida, resalta que «es un compromiso asumido por la institución para que se trabajen los valores relacionados con la igualdad entre mujeres y hombres en sus titulaciones oficiales. A nivel real el profesorado de la Universidad de Córdoba cada vez muestra más interés y compromiso con la igualdad, demostrada por su participación en acciones formativas y por su implicación con el desarrollo del Plan de Igualdad».

Empleo

La UCO hace importantes esfuerzos por promover la igualdad entre la comunidad universitaria, pero la realidad con la que se encuentran sus egresadas cuando salen de sus puertas no es tan igualitaria.

«Yo creo que la transferencia de los valores igualitarios adquiridos en la universidad van teniendo su proyección en la sociedad. Las personas cuando adquieren un compromiso vital con la igualdad la van transmitiendo en sus diferentes actividades, y el ámbito laboral es uno de ellos. Lo que ocurre es que transformar prácticas sociales sustentadas en principios patriarcales y androcéntricos, fuertemente arraigadas en nuestra sociedad requiere un cambio cultural muy profundo. Para cambiar la realidad es necesario cuestionar el reparto de privilegios entre mujeres y hombres, repartir equitativamente los espacios de poder, repensar la implicación en las tareas de cuidado, poner en marcha acciones positivas para eliminar barreras que obstaculizan la promoción profesional de las mujeres, luchar contra la brecha salarial… En definitiva, es necesario replantearse los modos de vida compartidos por mujeres y hombres, los cuales tradicionalmente se han asumido como la forma natural e incluso en algunos sectores justificados por motivaciones biológicas, de repartir las responsabilidades en el ámbito público y privado por ambos géneros, con el fin de diseñar modelos de vida más comprometidos con la igualdad y la justicia social», opina Mérida.

«Queda mucho trabajo por hacer y es imprescindible el compromiso de la universidad en la formación de las personas para la construcción de una sociedad verdaderamente democrática e igualitaria», añade Rosal quien apunta que «asistimos a un repunte del patriarcado que pone en duda la igualdad y niega la violencia contra las mujeres. En esta situación es necesario recordar la fortaleza de las leyes que nos amparan y exigir a las empresas e instituciones el compromiso con el objetivo número 5 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para la Agenda 2030».