El ganadero Victorino Martín, que el domingo 21 consiguió un éxito rotundo al ser indultado el toro Muroalto de su ganadería, en una plaza de primera como la de San Sebastián, asegura que "con ese indulto triunfó la Fiesta".

Porque en opinión de Victorino Martín "estamos muy necesitados de algo así. Que le perdonen la vida a un toro es muy bonito, muy importante para el mundo del toro, que por desgracia está carente de esas cosas. Desde luego que es un beneficio para todos. Esto ha sido una suerte de Dios, ya que es una locura conseguir un toro así".

Victorino recuerda con pasión cómo fue el toro: "Un toro muy en tipo, muy en saltillo . Es difícil poner a todos de acuerdo, pero resultó, porque todo fue perfecto desde que salió al ruedo y luego en la muleta embistió a un ritmo incansable, con una regularidad muy buena, con el morro por el suelo y todo por derecho".

"Es para vivirlo --confiesa-- y algo que necesitamos todo muchos, un toro que hizo historia en Illumbe y por supuesto en la ganadería. Es el cuarto indulto después de Velador en Madrid, al único que se le ha perdonado la vida en Las Ventas, y uno en Badajoz y otro en Olivenza".

Muroalto fue trasladado inmediatamente después de realizarle las primeras curas a la finca Las Tiesas de Cáceres, donde se recupera "francamente bien, aunque aun hay que esperar porque las heridas que tiene son como una cornada. Por lo pronto no tiene fiebre, está comiendo bastante bien y ojalá salga adelante y padree porque eso está aún por ver".

PARA PADREAR Por supuesto que el futuro de Muroalto será el de semental de la ganadería: "Si Dios quiere y cuando llegue la hora, en noviembre o diciembre, si se cura, saldrá a cubrir treinta o cuarenta vacas. Ojalá que consiga ligar bien, pues tiene cualidades para dar muy buenos frutos", añade.

En definitva, un éxito grandioso para el famoso ganadero y desde luego más categoría y prestigio para su divisa que hoy por hoy es la que mayor atención y expectación acapara en todas las ferias. "Hasta yo mismo me he puesto el listón altísimo, cualquiera sabe cuánto tiempo tiene que pasar para que salga otro toro igual".

"Fue una tarde histórica, algo inconmensurable, que me recordó mucho a la tarde del indulto de Velador en Madrid cuando se puso toda la gente en pie para seguir la faena. Aquello fue la locura viendo al toro humillando todo el rato".

En lo que queda de temporada a Victorino le resta por lidiar en Logroño y en la Feria de Otoño, por cierto, según explica el ganadero, "dos corridas de toros que ya están en su destino, ya que por precaución las hemos trasladado por el foco de lengua azul que hay cerca de nuestra finca. Un problema tremendo para los ganaderos que ya es hora que se solucione", señala.

Victorino, de momento, sigue sumando triunfos y haciendo historia como ganadero de bravo, su verdadera pasión y a la que se entrega en plenitud.