Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Neurociencias

Nuestros cerebros vienen preconfigurados para comprender el mundo desde antes de experimentarlo

Un "sistema operativo" emerge en un estado primigenio del desarrollo cerebral y permite operar en el mundo externo, incluso desde antes de utilizar los sentidos

Los dispositivos como los que se ven en la imagen se utilizan para triangular la actividad eléctrica de neuronas individuales dentro de tejido organoide de tamaño milimétrico.

Los dispositivos como los que se ven en la imagen se utilizan para triangular la actividad eléctrica de neuronas individuales dentro de tejido organoide de tamaño milimétrico. / Crédito: Carolyn Lagattuta / Universidad de California en Santa Cruz.

Pablo Javier Piacente / T21

Los científicos han descubierto que los primeros atisbos de actividad del cerebro ocurren en patrones estructurados sin ninguna experiencia externa, una evidencia que sugiere que el cerebro humano está preconfigurado con instrucciones sobre cómo navegar e interactuar con el mundo desde el inicio de la vida consciente.

¿Es el cerebro humano una máquina biológica perfecta con un "software preinstalado", como si se tratara de un ordenador o un smartphone que ya están listos para funcionar desde que los encendemos por primera vez?. Esa parece ser la conclusión de una nueva investigación liderada por científicos de la Universidad de California en Santa Cruz, en Estados Unidos.

Según indican en un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience, sus experimentos aportan evidencias en torno a que el cerebro humano ya posee patrones de actividad estructurados previamente a que nuestros sentidos comiencen a explorar el mundo externo.

Un sistema operativo preinstalado

Al trabajar con organoides cerebrales, que son conjuntos de tejido neural humano cultivado en laboratorio que permiten observar fases tempranas del desarrollo cerebral, detectaron mediante chips con múltiples microelectrodos que las neuronas comienzan a "disparar" señales eléctricas complejas sin estímulo externo alguno. En otras palabras, inician su actividad sin visión, audición o tacto externo que generen algún tipo de estímulo.

De acuerdo a una nota de prensa, el estudio describe que esos "disparos" siguen múltiples secuencias temporales y no emergen únicamente tras la experiencia sensorial. Los resultados sugieren que las secuencias temporales no aparecen a partir de la experiencia, sino que están más bien gestionadas por una arquitectura preconfigurada y establecida durante el neurodesarrollo, según explican los investigadores.

Este hallazgo contradice en parte la idea del cerebro como “tabula rasa” o pizarra en blanco, que solo comienza a llenarse a partir de la experiencia. Por el contrario, permite evolucionar hacia un modelo en el cual la estructura neural está presente antes que la experiencia comience a modificarla.

Referencia

Preconfigured neuronal firing sequences in human brain organoids. Tjitse van der Molen et al. Nature Neuroscience (2025). DOI:https://doi.org/10.1038/s41593-025-02111-0

Aplicaciones concretas y una nueva concepción sobre el desarrollo cerebral

Además de ser apasionante como concepto, este descubrimiento permite entender mejor los trastornos del neurodesarrollo, ya que si pueden detectarse "errores" en esa estructura preconfigurada podrían evitarse problemas posteriores en el desarrollo. Además, el hallazgo permitirá estudiar el impacto de tóxicos ambientales tempranos, como plásticos o pesticidas, al actuar sobre estos circuitos preconfigurados.

Por último, esto nos hace repensar diferentes cuestiones sobre la cognición humana: si estos resultados se afirman con el paso del tiempo y nuevas investigaciones, estarían indicando que no solo aprendemos a reaccionar al mundo, sino que nuestro cerebro ya viene preparado para “mapear” posibilidades antes de comenzar a interactuar con el entorno.

Tracking Pixel Contents