Falta de facultativos

Sanidad penitenciaria bajo mínimos: 525 plazas de médicos y 328 vacantes

La relación de puestos de trabajo (RTP) que están cubiertos apenas llega a los 200, denuncian los sindicatos, que piden soluciones urgentes

Cárcel Puerto III de Cádiz.

Cárcel Puerto III de Cádiz.

Nieves Salinas

Las prisiones españolas se quedan sin médicos. Con datos de marzo de 2023, los últimos disponibles, facilitados a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, por el sindicato ACAIP-UGT, la relación de puestos de trabajo (RTP) en las cárceles de todo el país es de 525 plazas de las que 328 están vacantes. O lo que es lo mismo, los puestos que están cubiertos apenas llegan a los 200. "Es un drama", resume a este diario Mariano Sanz, portavoz de ACAIP en Aragón, desde el centro penitenciario de Zuera, en Zaragoza.

De la A (A Lama, Pontevedra, con 9 plazas de las que 5 están vacantes), a la Z de Zuera, el listado del sindicato ofrece un retrato certero de la situación a la que se enfrenta la sanidad penitenciaria, que lleva años arrastrando un enorme déficit de facultativos que ha provocado que, en algunos centros, ya tengan que tirar de la medicina privada. Con los datos de ACAIP, hay centros penitenciarios donde las plazas de médicos apenas están cubiertas.

Ejemplos: en Burgos hay cinco y cuatro, están vacantes; en Madrid IV (Navalcarnero), hay 23 y 15, vacantes; en Sevilla II, 9 y seis no cubiertas; en la cárcel salmantina de Topas, el déficit es de 8 médicos de los 10 que figuran en la RTP; en Teixeiro (A Coruña), existen 9 plazas y 7 sin cubrir o en León se mueven en 9 plazas con 6 vacantes.

Adiós al último médico de carrera

El 20 de junio es el último día de trabajo del único médico de carrera -es decir, del cuerpo de facultativos de Instituciones Penitenciarias- que queda en la prisión de Zuera. La situación, relata Mariano Sanz, es que, desde Madrid, sede de la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias, se ha permitido al centro que, con su propio presupuesto, contrate a un médico de fuera de forma temporal, de 9 a 2 de la tarde y no todos los días. "Un parche a una situación que se ve venir desde hace años, porque los médicos que iban quedando, sabíamos que, por la edad que tenían, se jubilarían y nadie iba a querer venir", explica.

La asistencia primaria de los internos "ha desaparecido totalmente" y los traslados al hospital se han multiplicado, critican desde Zuera

Las cuentas que hace el delegado sindical de ACAIP-UGT es que en España debería haber unos 500 médicos penitenciarios y sólo quedan en torno a 160/170. En Zuera, para que la plantilla estuviera cubierta, tendría que haber 8 médicos. Ahora mismo queda uno y se jubila ya, repite. "La realidad es que no vamos a volver a tener médico propio de Instituciones Penitenciarias", se lamenta.

Zuera está a 50 kilómetros de Zaragoza y a casi 40 de Huesca. Como no hay médicos suficientes -"la asistencia primaria de los internos ha desaparecido totalmente", critica Mariano Sanz- en los últimos años, se está viendo multiplicado el traslado de internos al hospital "porque, cuando sólo está la enfermera -hay en torno a diez en la prisión- hay situaciones que exceden de su competencia. Con el gasto descomunal que suponen los traslados". Habla de días en los que, en una misma tarde, se ha llegado a trasladar por medio de la Guardia Civil, que custodia esos traslados, hasta a cuatro internos a un centro sanitario.

Recurrir a la sanidad privada

En Andalucía, es un tema sobre el que hay "mucha preocupación" señalan desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. En mayo, el sindicato criticaba de forma pública la carencia de facultativos en las prisiones lo que ha provocado que en varios centros -hay 14 centros penitenciarios y 7 de Inserción Social-, que representan más del 75% del total, "se haya tenido que acudir a la contratación privada ante la necesidad de personal sanitario".

Con los datos de CSIF, desde el pasado 1 de marzo de este año, en las prisiones de Andalucía hay 65 plazas vacantes

El coordinador nacional de sanidad penitenciaria del sindicato, Francisco Amaya, que es facultativo de prisiones, aludía a "una situación complicada" y reclamaba al Ministerio del Interior una solución urgente que, en ningún caso "pase por privatizar estos servicios ante la demanda de asistencia".

Cádiz y Sevilla, las más afectadas

Con los datos de CSIF, desde el pasado 1 de marzo de este año, en Andalucía hay 65 plazas vacantes. Las cárceles de las provincias de Cádiz y Sevilla son las más afectada con 15 plazas sin cubrir cada una, seguidas de Málaga con 11 y Granada, con siete. Huelva acumula seis vacantes, cinco Jaén y tres Almería y Córdoba, respectivamente. Además, los médicos piden más personal, ya que su falta les impide, en muchos casos, coger vacaciones y tomar los días de descanso que les pertenecen.

El dirigente sindical ha explicado que a las enfermeras de las cárceles andaluzas "les están obligando a asumir roles de médicos, lo que provoca que asuman riesgos profesionales que no les corresponden". También se insiste en igualar los salarios de los médicos de prisiones con el resto de facultativos, puesto que desarrollan las mismas tareas. Explican los sindicatos que los médicos de las cárceles cobran entre 600 y 800 euros mensuales menos que el resto de facultativos.

Plazas sin cubrir

Y la consecuencia, añaden los portavoces sindicales, que el Ministerio del Interior sólo ha podido cubrir seis de las 80 plazas ofertadas en la mayor oferta pública de empleo que el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska ha sacado en los últimos años. La situación que, como se ha dicho, se arrastra desde hace ya muchos años, es tan compleja que, en marzo, la Secretaría Técnica de Prisiones de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) anunciaba que estaba barajando tomar medidas de presión por parte de los facultativos en búsqueda de soluciones.

Prisión de Alcolea, en Córdoba.

Prisión de Alcolea, en Córdoba.

Los médicos se quejan de que se obvia la necesidad de atender a una población penitenciaria con un elevadísimo número de drogodependientes, problemas de salud mental, una elevada tasa de pacientes con enfermedades infectocontagiosas y una población cada vez más envejecida que precisa un aumento de cuidados por sus patologías crónicas. La situación de precariedad y abandono que lleva años denunciando la Confederación ha llegado a unos límites "de difícil retorno" aseguran desde este sindicato.

Los responsables de CESM testaron, vía encuesta entre los médicos, las opciones disponibles, que se moverían entre huelga indefinida o intermitente, encierros en los centros, concentraciones, medidas no estrictamente asistenciales "o la combinación de algunas de ellas dentro de las posibilidades del colectivo". De momento, con unas elecciones generales en ciernes, la iniciativa ha quedado bloqueada y no hay resultados de ese sondeo. "No parece un buen momento", admite el médico Pedro Antonio Martínez, responsable de Prisiones en CESM.