La Interpol ha remitido un informe a la Fiscalía de la Audiencia Nacional en el que ofrece detalles relativos al asesinato de los periodistas David Beriain y Roberto Fraile en Burkina Faso. En concreto, indica que se han detectado mensajes de 'bots' cercanos a grupos yihadistas en los que se señala que los periodistas habían sido asesinados "por ser cristianos" y que añadían: "Ojalá hayan sido los nuestros".

Fuentes jurídicas, consultadas por Europa Press, matizan que según ese informe de expertos policiales en yihadismo no se está ante una reivindicación directa de ningún grupo concreto, sino que se trata de mensajes de grupos cercanos a los posibles autores deseando que sus compañeros hayan cometido los asesinatos.

Además, según estas mismas fuentes, la Fiscalía de la Audiencia Nacional va a presentar una querella por estos hechos, acaecidos en el mes de abril, y ha solicitado ya periciales de las armas basándose en los proyectiles encontrados en los cuerpos de los fallecidos.

Fue en ese mismo mes de abril cuando el Ministerio Público incoó diligencias para investigar el asesinato de los periodistas españoles después de recibir una comunicación policial sobre lo sucedido, si bien apuntaban entonces las fuentes consultadas que de momento "poco se puede hacer". Por el momento, el caso no está judicializado, según otras fuentes consultadas.

Documental sobre la caza furtiva

Los dos periodistas fueron asesinados en el este de Burkina Faso en un ataque perpetrado por hombres armados al grupo en el que iban para documentar los esfuerzos de lucha contra la caza furtiva. Al tratarse de un presunto delito de terrorismo cometido contra españoles en territorio extranjero, el órgano competente para investigar estos hechos es la Audiencia Nacional, recuerdan las fuentes jurídicas consultadas. Así, dado que el magistrado del Juzgado Central de Instrucción número 5, Santiago Pedraz, estaba de guardia en el momento del asesinato, será el encargado de decidir si abre causa para investigar los hechos.

Según explicó en abril la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, su homólogo burkinés le transmitió "algunas indicaciones iniciales sobre lo que había ocurrido" y acordaron continuar con la investigación sobre el terreno para conocer qué pasó, cómo y quién está detrás de los hechos.

Sobre el comunicado del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), la filial de Al Qaeda en el Sahel, que habría publicado un mensaje de audio atribuyéndose lo ocurrido, González Laya apuntó que no era suficiente como para atribuirles el asesinato, y por eso pidió a las autoridades de Burkina Faso que investigaran los hechos, "los esclarezcan y que identifiquen a los responsables para que estos puedan comparecer ante la justicia".