La Policía Nacional liberó en Sevilla a una joven de 19 años y con una discapacidad intelectual del 69% que ejercía la prostitución coaccionada por I.M.B., varón de 22 años y origen rumano que se encargaba de buscarle los clientes y se apropiaba de la totalidad del dinero que cobraba por los servicios de la chica, hechos por los que la autoridad judicial decretó su ingreso en prisión preventiva por un delito relativo a la prostitución y explotación sexual.

Según una nota del cuerpo policial, la mujer se prostituía en el interior de un coche abandonado estacionado en el interior de un parking cercano a la estación de autobuses Plaza de Armas. La operación se inició una vez que los agentes tuvieron conocimiento de la existencia en los alrededores de la estación de un varón que ofertaba servicios sexuales de una joven a pasajeros y transeúntes por las inmediaciones.

Tras una búsqueda exhaustiva, localizaron a la joven en estado de desnutrición, ya que llevaba varios días sin comer, por lo que fue trasladada a dependencias policiales para ser asistida por funcionarias de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (Ucrif). Fue durante el transcurso de las actuaciones cuando se averiguó que la chica tiene una discapacidad intelectual del 69%, según informe de la Consejería de Igualdad de la Junta

En la declaración efectuada a los agentes la joven manifiesta que se encontraba sola en la ciudad y al no contar con recursos económicos, dormía en un coche abandonado. En estas circunstancias conoció a un chico de origen rumano que la coaccionó para que se prostituyera y conseguir así dinero. Él se encargaba de buscarle los clientes y acompañarlos al coche donde dormía, debiendo estar todo el día a la espera de que los encuentros se concretasen. El sujeto se quedaba con todo el dinero que recibía por los servicios que la joven realizaba, llegando hasta el extremo de no proporcionarle siquiera alimentos en los últimos cuatro días.