Tras más de una década de crecimiento sostenido, la ciencia española lleva desde el 2008 en una dinámica negativa que muchos investigadores consideran la antesala de una auténtica sangría de talento. La señal más evidente es el estancamiento en el número de investigadores, que se multiplicó entre 1996 y el 2008, pero desde entonces el crecimiento ha sido casi nulo, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

Los números de España apuntan a esa tendencia. Los científicos denuncian que quitar fondos a la I+D, como muestran las previsiones de los Presupuestos, no solo supone malograr una generación brillante y preparada, sino que amenaza lo que debía ser uno de los motores de la recuperación. "Mientras Alemania invierte el 2,82% de su PIB en ciencia, todos los países rescatados o intervenidos invierten menos del 2%, el promedio de la UE-27", explica Amaya Moro, investigadora posdoctoral en física y animadora de la plataforma Investigación Digna.

Los Presupuestos del Estado de este año prevén una reducción del 7% en las partidas para I+D (unos 600 millones de euros), aunque todavía se desconoce dónde se efectuará el recorte, mientras que en los de la Generalitat habrá un retroceso, pero del 1,8%. "Toda una generación de científicos se pueden ver abocados a emigrar una vez más para no volver", denunció en un comunicado la semana pasada la Asociación Nacional Investigadores del programa Ramón y Cajal (ANIRC), que es uno de los más afectados.

La inquietud de la comunidad científica se ha disparado desde diciembre, cuando Rajoy decretó la tasa de reposición cero, es decir, que no se sustituyan, salvo excepciones, los funcionarios que se jubilan en la Administración del Estado. En consecuencia, centros que dependen del Gobierno central y las universidades tendrán graves dificultades para convocar plazas permanentes. El CSIC, la principal institución científica de España, podría quedarse sin convocar ni una en el 2012.

SIN OPCIONES Así que a los científicos que acaban sus contratos, por buenos que sean, no les quedan muchas opciones para alcanzar una plaza estable que les permita organizar un grupo y pedir financiación para proyectos de investigación con un mínimo de perspectiva. "Estamos en una situación de riesgo: nadie quiere la fuga de cerebros, pero parece que las administraciones no puedan o no quieran dar garantías y algunos investigadores se están planteando seriamente marchar", comenta Marc Ribó, uno de los representantes de los RyC.

"En general, creo que la parada en el crecimiento del personal científico es evidente, y en algunos indicadores ya se puede detectar un proceso de contracción", afirma Llorenç Arguimbau Vivó, coordinador del Observatori de la Recerca del Institut. En el CSIC, por su parte, las convocatorias han caído de 250 en el 2007 a 30 el año pasado.

Fuentes del Departamento de Economía aseguran que la investigación de excelencia ha parado el golpe gracias, en buena parte, a los buenos resultados obtenidos por sus centros en los concursos de financiación, como los premios europeos ERC y las subvenciones Severo Ochoa.

RECURSOS HUMANOS "Está claro que hay una contracción en los recursos humanosO, afirma Xavier Bellés, director del Instituto de Biologia Evolutiva CSIC-UPF. "El problema es retener el talento que se había atraído en estos años, cuando España era atractiva para científicos de renombre. Ahora hay el riesgo de que ocurra lo que ya pasa en Grecia, donde los mejores científicos están empezando a marcharse", concluye con cierto aire de desánimo.