Investigadores, asociaciones científicas y sindicatos coinciden en que el recorte de 600 millones de euros en I+D+i es una muy mala noticia para la ciencia española, una reducción que en todo caso debe inclinarse más hacia los créditos que a las subvenciones para evitar el estancamiento del sistema. La Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación está ya elaborando los nuevos presupuestos científicos, los cuales tendrán entre sus prioridades al personal investigador.

Fuentes de este departamento han confirmado a que la secretaria de Estado, Carmen Vela, está trabajando para que el impacto de los recortes sea el menor posible para la ciencia, como ya anticipó el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos: "Tendremos que hacer más con menos recursos". Las consecuencias de este nuevo "hachazo", como lo han calificado los sindicatos, aún no se pueden predecir que no son noticias positivas.

Desde la Cosce (Confederación de Sociedades Científicas de España), que agrupa a más de 50 sociedades científicas, su presidente, Carlos Andradas, ha dicho que este recorte retrotrae al sistema a niveles de financiación de 2005. Andradas, quien ha indicado que existe un riesgo de que la ciencia española se estanque, ha apuntado que sobre todo corre peligro la incorporación de los jóvenes científicos al sistema de I+D.

Tras declarar que estos se encuentran ahora con un "panorama sombrío" ante la falta de presupuesto que afecta, entre otros, a la oferta pública de empleo, Andradas ha relatado que la Cosce ha solicitado una reunión con Carmen Vela, a quien ven "consciente" de las dificultades presupuestarias.

Andradas ha apostado por optimizar al máximo el dinero existente, una optimización que pasa por que la disminución de fondos se concentre más en los préstamos a empresas.