España es partidaria de que las centrales nucleares que no superen las futuras pruebas de resistencia y seguridad en Europa se cierren, afirmó ayer el ministro de Industria, Miguel Sebastián, tras concluir el Consejo extraordinario de Ministros de Energía de la Unión Europea (UE) para estudiar las medidas a adoptar tras el accidente nuclear en Japón.

Los Veintisiete acordaron realizar unas pruebas de resistencia y seguridad en los 143 reactores nucleares de la UE antes de concluir el año, en las que se analizará su capacidad de hacer frente a grandes catástrofes, como terremotos, tsunamis, inundaciones y accidentes aéreos, así como a un posible ataque terrorista, explicó Sebastián.

CONTROL DE EFICACIA Las pruebas controlarán la eficacia de sus mecanismos de refrigeración y de sus sistemas auxiliares de suministro eléctrico, que son los dos factores que han dañado la central nuclear de Fukushima en Japón. Las pruebas serán voluntarias, pero será difícil que un estado pueda justificar su negativa a realizarlas. Los Veintisiete desean que la prueba se realice también en países como Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Turquía y Suiza, porque las castástrofes nucleares no saben de fronteras.

"Si las centrales no superan esas pruebas habrá que prescindir de su actividad", declaró Sebatián, aunque señaló que resulta "muy prematuro hablar de que habrá deficiencias".

El ministro condicionó la supervivencia de la central de Santa María de Garoña (Burgos) al resultado de la prueba, aunque avanzó que de momento se mantiene la decisión de que funcione hasta 2013.

"En función del test el Gobierno tomará la decisión", dijo el ministro. En Madrid, durante la reunión de la ejecutiva del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, según varios asistentes al encuentro, reafirmó su "compromiso" con el cierre de Garoña en el 2013.

MINISTRO CONVENCIDO Sebastián se mostró convencido de que las centrales españolas son plenamente seguras, porque son sometidas a controles periódicos y ya se analizaron los riesgos sísmicos antes de autorizar su construcción. El ministro defendió que el resultado de las pruebas se haga público.

Los ministros de la UE criticaron con dureza las declaraciones catastrofistas que realizó la semana pasada el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, que describió la situación de Japón de "apocalipsis", afirmó que la central de Fukushima "estaba ya solo en las manos de Dios" y auguró que habría centrales europeas que no superarían las pruebas de seguridad antes de fijarse los parámetros.