El Gobierno ha recordado hoy a cada una de las 49 mujeres muertas a manos de sus parejas o ex parejas en lo que va de año -14 menos a igual periodo de 2008-, en un acto muy emotivo en el que se ha renovado el compromiso para frenar esta violencia, con más recursos, protección y nula impunidad para el agresor.

Un pebetero con una llama encendida en recuerdo de las mujeres asesinadas ha presidido la ceremonia de homenaje a las víctimas en el Instituto de la Mujer, en coincidencia con la celebración del Día Internacional de la ONU para la Eliminación de la Violencia sobre la Mujer.

Han acudido las ministras de Sanidad, Trinidad Jiménez; de Igualdad, Bibiana Aído, y de Vivienda, Beatriz Corredor; el presidente del Senado, Javier Rojo, miembros de asociaciones de mujeres y representantes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, entre otros.

La lectura de los nombres de las 49 mujeres muertas en lo que va de año, acompañada por el sonido del latido de un corazón y lágrimas en los ojos de algunos asistentes, ha precedido la intervención de Aído, quien ha citado al escritor y periodista Eduardo Galeano para subrayar que el fin de la violencia es posible y no una utopía en el sentido de la palabra con el que hoy se utiliza.

"La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar", ha parafraseado Aído, para quien la utopía "no son más que verdades anticipadas".

Con motivo de esta fecha, Igualdad ha lanzado una nueva campaña de sensibilización contra la violencia machista que, con el lema "Ante el maltrato, todas y todos a una", transmite la situación de temor y miedo en el que viven las maltratadas con una llamada a la sociedad para que actúe.

En este sentido, Aído ha dicho que el homenaje de hoy sirve para recordar a todas las víctimas mortales, a las que no encuentran una puerta para escapar de la espiral de la violencia, a las que sí lo lograron, a los niños expuestos día a día a estas situaciones y a los "justos y leales" que dieron lo mejor de sí mismos para luchar contra el fenómeno.

Además, la ministra ha renovado el compromiso del Gobierno de aumentar los recursos y la protección de las mujeres, reducir los niveles de tolerancia hacia la violencia machista y conseguir cero impunidad para quienes maltratan.

"Hoy, 25 de noviembre, decimos no a la violencia y no al violento con una única voz"; "somos más de 3.000 millones de mujeres que aspiramos a una vida digna y no vamos a parar hasta lograrlo, porque la felicidad de las mujeres importa, importan sus sonrisas, sus sueños y sus vidas", ha concluido la ministra de Igualdad.

Durante el acto, que se celebra desde 2004, se ha proyectado un corto titulado "Bajo la Máscara"; cinco artistas de danza contemporánea han interpretado una pieza en memoria de las víctimas y ha actuado la cantante Sheilah Cuffy y su grupo vocal Incide Voices.

Al finalizar el acto, todos los asistentes han sostenido una cartulina blanca con la leyenda "contra el maltrato todas y todos a uno" en distintos idiomas.

Posteriormente, Aído hará entrega de los reconocimientos a aquellas personas e instituciones que han destacado por su compromiso y dedicación a la lucha contra la violencia de género.

Entre los premiados en la edición de este año figura la Federación Española de Baloncesto, la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, Inmaculada Montalbán, el cantante Iván Sevillano (Huecco) y el Instituto de Secundaria Cuenca del Nalón, entre otros.

Por último, se entregará la Medalla de la Promoción de los Valores de Igualdad, que en esta ocasión ha recaído en la presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo, y en Juan Pablo Urtizberea, el irunés herido en mayo pasado al intentar auxiliar a Yasmin Rodríguez, muerta por su ex pareja.

En toda España se han sucedido hoy concentraciones de repulsa contra este fenómeno y actos institucionales para exigir cero tolerancia hacia el maltrato.