El guardia civil hallado muerto ayer junto a su mujer en el cortijo Herrera , en el anejo del Puntalón en Motril (Granada), estaba actualmente de baja psicológica y trabajaba de vigilante de seguridad en Almería, según confirmó el padre del fallecido. El hombre, de iniciales M.H.M., tenía 51 años, y la mujer, de 41, respondía a las de Rosario G.R. Toda la familia estuvo reunida en el cortijo este fin de semana, donde todo parecía "normal" en el matrimonio, según indicó el padre de él.

Fuentes de la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía, encargada de la investigación, confirmaron que el guardia civil de baja contaba con una denuncia por malos tratos, si bien no pudieron determinar que fuera por parte de su mujer ahora fallecida o por otra persona. Los cuerpos permanecían anoche en el cortijo a la espera de ser trasladados al Instituto de Medicina Legal de Granada, donde se les practicará la autopsia. Ambos tienen signos de violencia, ella maniatada y con cuatro cortes producidos por una herramienta eléctrica y el cadáver de él tiene arañazos y golpes, que podrían ser de defensa, según las mismas fuentes.

52 MUJERES MUERTAS El número de mujeres muertas a manos de sus parejas o ex parejas como consecuencia de la violencia machista en lo que va de año ha ascendido a 52 ---ocho en la región andaluza---, después de que la Junta de Andalucía atribuyese la muerte del guardia civil y su pareja a un nuevo caso de violencia de género. Según los datos estadísticos facilitados por el Ministerio de Igualdad, de las mujeres asesinadas este año, doce (lo que supone un 23,1%) habían denunciado a sus parejas o ex parejas por maltrato o amenaza, aunque dos de ellas habían retirado la denuncia. Nueve de las víctimas mortales tenían medidas de protección, del total de 10 que las habían solicitado.

Según el estudio aportado por Igualdad, el 57,7% de las fallecidas, 30, eran de nacionalidad española, y el resto, 22 mujeres, eran extranjeras. El dato coincide con el de los agresores, al ser 30 (un 57,7%) españoles y los 22 restantes, extranjeros.

En cuanto a las edades, cuatro de las víctimas eran menores de veinte años, 12 estaban en la veintena, once en la treintena, 14 entre los 41 y los cincuenta años, siete eran mayores de 50 y menores de 64 años y cuatro, mayores de 64 años. Por comunidades autónomas, Madrid y Andalucía son las que concentran el mayor número de víctimas, con nueve y ocho.