En momentos tan tristes como los de ayer, cuando a las 17:43 se conoció que se suspendía la procesión, es donde se mide la madurez de una cofradía. La serenidad con la que recibieron la noticia hasta los más jóvenes habla mucho del momento actual de la hermandad.

También hay otros indicadores de madurez, como las enormes colas que se crearon casi hasta las diez de la noche para ver a Jesús de la Sentencia y María de Gracia y Amparo (ayer, dispuesta a salir exornada con rosa blanca), la agilidad con la que se asignaron los turnos entre los hermanos o la decisión que se tomó para aprovechar recursos que iban a quedar sin usar como los bocadillos para fines caritativos.

La Sentencia, con su ya más de cuatrocientos nacerenos, iba a ir acompañada de la banda de cornetas y tambores del Cristo de la Sangre (en el misterio) y la Banda Municipal de Nuestra Señora de Aguila de Alcalá de Guadaira, ambas de Sevilla.