PLAGAS DE FEBRERO A JUNIO

El cambio climático adelanta la llegada de la oruga procesionaria: reacciones alérgicas, tratamiento y prevención

La oruga puede generar desde dermatitis, lesiones oculares, urticarias y reacciones alérgicas en humanos, y hasta la muerte en mascotas

Con el tiempo más caluroso aparece la oruga procesionaria.

RAMÓN AZAÑÓN

Todos las conocen, especialmente los dueños de perros. Es la thaumetopea pitycampa, llamada también oruga del pino, y conocida por todos como procesionaria, que con la llegada de la primavera aprovechan para bajar de los pinos y deambular por nuestros parques y aceras, siempre en fila india, a modo de procesión (de ahí su nombre popular) para evitar ser comidas por los pájaros. ¿Y cuál es el problema? Que este insecto, que parece inofensivo, es capaz de provocar graves reacciones alérgicas en los humanos, y que pueden ser mortales en el caso de las mascotas, simplemente por contacto.

Se da, además, la circunstancia de que el cambio climático ha adelantado la presencia de las procesionarias, a veces en una cuantía que las eleva a nivel de plaga, y que su aparición ya no se circunscribe solo al periodo habitual entre marzo y junio, sino que adelantan su llega al mes de febrero.

Oruga de la procesionaria

Oruga de la procesionaria. / Agencias

Así lo ha alertado este año la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) que ha pedido a las Administraciones locales campañas de prevención anuales que se ejecuten en la temporada de otoño. Como señala ANECPLA, el pasado mes de enero terminó con temperaturas, en algunas zonas de España, de hasta por encima de los 30 grados, lo que ha dado "el pistoletazo de salida" a la aparición de la plaga de procesionaria del pino.

Alergia a la oruga procesionaria

El peligro de estas orugas, y origen de la reacción alérgica que provocan, está en los cerca de 500.000 pelos ‘especiales’ parecidos a pequeñas flechas, de muy pequeño tamaño, que utilizan como defensa frente a los depredadores.

Esos pelillos contienen toxinas con una gran capacidad de provocar urticaria. Y se pueden desprender fácilmente, por lo que, al ser transportados por las corrientes de aire y viento, se convierten en un mayor riesgo de urticaria en personas y mascotas.

De ahí que sea muy mala idea tocarlas, barrerlas o pisarlas, aunque tengamos los pies perfectamente protegidos. Porque la realidad será que sus pelillos nos acabarán causando problemas.

Nido de procesionaria

Nido de procesionaria. / elperiodico

Síntomas de contacto con la procesionaria

Los principales síntomas que pueden causar las orugas procesionarias son los que afectan a la piel y a los ojos en mayor medida, aunque también puede afectar a los bronquios. Entre los efectos más habituales están los siguientes:

  • Mucho picor
  • Aparición de habones en los brazos, cara o piernas.
  • Urticaria generalizada.
  • Irritación en los ojos, boca, nariz o garganta.
  •  En los casos más graves pueden producir angioedema, una hinchazón, similar a la urticaria, pero que se presenta bajo la piel en lugar de darse en la superficie.
  • Dificultad respiratoria
  • Anafilaxia
Pinos afectados por la procesionaria

Pinos afectados por la procesionaria. / Alerta Forestal

¿Cómo actuar ante la reacción alérgica a la procesionaria?

Ante el contacto y reacción alérgica por la oruga procesionaria se recomienda:

  • Lavar con agua fría sin frotar la zona afectada, con el fin de quitar los pelos de la oruga que hayan quedado sobre nuestra piel.
  • Aplicar frío local, agua o compresas frías.
  • Aplicar cremas o lociones de aloe vera ayudará a calmar el picor.
  • No rascarnos ni frotar la zona. No va a hacer que nos pique menos, sino más bien al contrario. Además, el rascado intenso puede producir heridas que podrían infectarse.
  • Si la reacción es mayor, puede ser necesario usar cremas de corticoides, antihistamínicos orales y analgésicos, en caso de tener dolor.
  • Si la situación no mejora o los síntomas son graves hay que acudir a un centro de urgencias.

Cómo prevenir el contacto con la procesionaria

Ante el avistamiento de procesionarias o si se reside en entornos donde esta oruga está muy presente, los expertos recomiendan no tocarlas ni acercarse a ellas, y tener especial atención a un posible contacto de niños y mascotas.

Asimismo, se aconseja tener especial cuidado durante los días de viento, ya que los pelillos de las orugas pueden extenderse y ser inhalados; cubrirse la mayor parte del cuerpo si pasamos por estas zonas; no frotarse los ojos; no barrer las procesionarias ni pisarlas; y enseñar a los más pequeños cómo son para evit