Seguridad en verano: ¿Cómo evitar accidentes en la piscina?

La piscina es sinónimo de verano y en plena ola de calorno son pocos los que buscan reducir las altas temperaturas con un buen baño. No obstante, lo que puede ser una jornada refrescante y de diversión puede conllevar también algún que otro susto, ya que el medio acuático es susceptible de que ocurran acceidentes.

Así, no ser precavidos en la piscina, tanto durante el baño como en el propio recinto, puede llevar a percances que podrían haberse evitado sin mucho esfuerzo. Quemaduras, lesiones, heridas o, en el peor de los casos, ahogamientos... Son algunos de los accidentes más comunes, tanto en mayores como en pequeños, durante los meses de verano, y que pueden controlarse siguiendo algunas medidas básicas.

Estos son los síntomas del corte de digestión

• No bañarse justo después de ingerir una comida copiosa o alcohol, lo que aumenta la probabilidad de sufrir un corte de digestión.
• Utilizar el calzado adecuado dentro del recinto y evitar ir descalzo.
• No precipitarse bruscamente en el agua, sobre todo si se ha hecho deporte, sudado o estado expuesto al sol durante mucho rato. Es recomendable empezar mojándose la nuca, las muñecas y los brazos, e introducirse en el agua escalonadamente.
• Protegerse del sol con cremas solares, gorras o sombreros, evitando quemaduras y golpes de calor.
• No saltar repentinamente al agua, sobre todo de cabeza, para no dañar a ningún bañista ni correr el riesgo de chocar contra el suelo de la piscina por la baja profundidad.
• No dejar sin supervisión a los niños, pese a que cuenten con manguitos u otros métodos para mantenerse a flote.
• Evitar correr dentro del recinto, especialmente sobre el bordillo alrededor de la piscina. El suelo mojado puede propiciar caídas y lesiones.
• No perder de vista a socorristas y personal de seguridad.
• Las piscinas deben contar con un vallado perimetral para impedir el acceso de los menores sin vigilancia. Ten especial cuidado en piscinas privadas e hinchables.