RESUMEN DEL 2023

El Córdoba CF del renacimiento: un año circular con aroma de redención

El club blanquiverde continúa un año más siendo la bandera del deporte provincial con un propósito de vuelta al mapa del fútbol profesional

Dragi Gudelj, durante el encuentro entre el Córdoba CF y el Recreativo de Huelva en El Arcángel, el pasado domingo.

Dragi Gudelj, durante el encuentro entre el Córdoba CF y el Recreativo de Huelva en El Arcángel, el pasado domingo. / A.J. GONZÁLEZ

Francisco Merino

Francisco Merino

En el mismo escenario, con el mismo propósito, con las mismas armas deportivas empuñadas por otros protagonistas de una película sin género definido. La base es el suspense, aunque tiene en su trama pasajes que van desde la épica a la tragicomedia. El 2023 deja el Córdoba CF, abanderado del deporte provincial, en una situación similar a como lo empezó. Es uno de los candidatos a subir a Segunda División. Esa etiqueta la lleva de serie: no es admisible otra para una entidad de su rango histórico y peso social. Su rol de eterno pretendiente, sin embargo, ha encontrado en este año una argumentación más sólida

Crisis y catarsis

Para ello ha necesitado una reformulación, una catarsis, un proceso de renovación de los puestos de poder que ha afectado casi a todos los principales. Ahora el CEO es Antonio Fernández Monterrubio, que suplió a un Javier González Calvo relevado por la propiedad de Infinity tras su balance deportivo y económico en un trienio turbulento. Para el puesto de entrenador llegó Iván Ania con la misión de recomponer un equipo destrozado tras la durísima etapa crepuscular de Germán Crespo -de idolatrado a repudiado, un clásico del fútbol- y el parche de Mosquera. Lo único que no cambió es la dirección deportiva, en la que Juan Gutiérrez «Juanito» y Raúl Cámara siguen ejerciendo con sus contratos de larga duración firmados antes del cataclismo de Crespo y empotrados en una comisión deportiva que encabeza Monterrubio.

De izquierda a derecha: Antonio Fernández Monterrubio, Mohammed Al Nusuf, Abdulla Al Zain, Faisal bin Jamil y Antonio Alquézar, en El Arcángel.

De izquierda a derecha: Antonio Fernández Monterrubio, Mohammed Al Nusuf, Abdulla Al Zain, Faisal bin Jamil y Antonio Alquézar, en El Arcángel. / CCF

El Córdoba ha dibujado un año singular, que empezó como líder y que terminó incrustrado en el cuarteto de favoritos -junto a Castellón, Ibiza y Málaga- después de despachar una racha extraordinaria de resultados y victorias enlazadas a ritmo de récord. Con ese periodo de cosecha de puntos a destajo logró de redimirse de los desmanes de los meses anteriores, que expandieron entre el cordobesismo ese aire tristón y descreído que siempre acompaña los episodios de expectativas frustradas.

El nombre propio: Dragisa Gudelj

El 2023 encarna a la perfección esa situación. El club -equipo, directiva, entorno...- experimentó el fracaso del modo más cruel: hizo una primera vuelta con números de campeón y perpetro una segunda con cifras de descenso. No ascendió, no jugó el play off y perdió, después de un cuarto de siglo, hasta su plaza en la Copa del Rey. Sobrevivir a eso es su mayor mérito en un año que tuvo un nombre propio, el de Dragisa Gudelj.

Dragisa Gudelj y el doctor José Miguel Bretones, en El Arcángel.

Dragisa Gudelj y el doctor José Miguel Bretones, en El Arcángel. / A.J. GONZÁLEZ

El defensa serbio conmocionó al mundo del deporte tras sufrir una «muerte súbita» en pleno partido del Córdoba CF ante el Racing de Ferrol en El Arcángel. Los médicos le salvaron la vida con una rápida actuación. Fue intervenido y le colocaron un desfibrilador automático, convirtiéndose en el primer futbolista que compite en España con ese dispositivo implantado. En Melilla, en diciembre, el jugador sufrió un mareo y se retiró en ambulancia. Hasta entonces había jugado todos los minutos de todos los partidos. Su retorno es una incógnita por despejar en el 2024 que viene.

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