Son apenas 13,8 kilómetros de la A-435, conocida como la carretera del Iryda, que conectan el casco urbano de Pozoblanco con la N-502 y que permitirán un ahorro de casi 9 kilómetros y más de 15 minutos en el viaje hasta la capital cordobesa sin tener que atravesar la A-423, entre Pozoblanco y Alcaracejos, la vía de mayor tráfico del Norte de la provincia al soportar entre 5.000 y 10.000 vehículos al día, de los que el 14 por ciento son pesados. Pero las obras de mejora que se iniciaron en el 2008 en la carretera del Iryda siguen, casi cinco años después, sin finalizarse. Ahora la Junta ha reconocido que no sabe cuándo se podrá culminar la actuación.

El último amago de terminación se produjo en marzo del 2012, coincidiendo con la campaña electoral autonómica.

El PP calificó la actitud de los cargos socialistas que la visitaron entonces de "engaño" a los ciudadanos.

María de los Santos Córdoba, actual delegada de Fomento, ha señalado ahora que las obras se encuentran al 94% de ejecución y que sólo falta finalizar la conexión con la N-502 en un extremo y con Pozoblanco en el otro, así como echar la última capa de rodadura.

La delegada reconoce que la situación económica hizo a la Junta reprogramar sus actuaciones, entre ellas ésta, a lo que se unió que una de las dos empresas de la UTE que actuaban en la carretera entró en concurso de acreedores. Así las cosas, María de los Santos Córdoba no ha precisado cuándo se retomarán las obras "porque debe llegar una orden de la Agencia de Obra Pública de la Junta pero aún no se ha abierto el crédito del 2013".