ARQUITECTURA ANTIGUA (categoría D). De 41 a 61 metros.

PREMIOS

Reconocimientos: Accésit (1995, 1996 y 2007), Mención especial (2010) y Premio singular (2017).

CUIDADORAS

Marina Muñoz y Celeste Almenara.

EL DETALLE

Muchos visitantes, sobre todo foráneos, recuerdan el patio por los cartelitos que identifican el tipo de planta.

Aunque no falta variedad, los ejemplares más castizos, como helechos o pilistras, prosperan en este recinto.

Es uno de los patios antiguos que más magia emanan, leyendas aparte ya bien sabidas como la del pozo (pregunten a Celeste), y como muestran su pavimento de bolo de río, la disposición de esta antigua casa de vecinos de inmuebles anexionados a lo largo de los últimos tres siglos, el cariño con el que cuidan los ejemplares (como el naranjo central que aspira a sustituir al limonero que presidió el patio) o en cómo se nota que Mariana y Celeste disfrutan el patio a la vez que lo miman. De hecho, es uno de los recintos más recordados por los visitantes, particularmente los foráneos, aunque solo sea por esa costumbre que ya es sello de la casa de identificar a las plantas con cartelitos. Este año, Celeste va más allá con macetas que reutilizan recipientes de plástico y metal reciclados y pintados, como se hacía hace décadas cuando una maceta de barro era un lujo. El patio está espléndido este año. Ya lo estaba la pasada Semana Santa, cuando participó en ‘Los Patios en Jueves Santo’ (foto principal), iniciativa que está recuperando aquella tradición perdida del siglo XIX.