Opinión | El alegato

En las empresas taquillas, no armarios

Pues no. No voy a hablar del Conxuro de la Queimada, ni del pulpo á feira, ni de los pimientos de Padrón, esos que unos pican e otros non.

Para alabar el bo gusto galego ya está la Sra. Yolanda Díaz, a la que le han tocado los excedidos en capsaicina, sustancia que usan los morrones por cuestión de supervivencia frente a insectos y otros depredadores. Para criticar la retranca galaica, sobre todo en las urnas, ya están los que culpan a las meigas del resultado.

Prefiero salirme de este jardín y entrar en lodazal más propio de mi día a día, ese que me procura trabajo y me pone delante de los que aplican la ley para pedir justicia: los jueces y magistrados, -no los políticos-.

El 28 de febrero de 2023, aprobó el Gobierno la conocida «Ley Trans», entre cuyas medidas establecía la obligatoriedad de todas las empresas de más de 50 trabajadores de disponer, en plazo de un año, de un protocolo de actuación para velar por la igualdad del colectivo LGTBI en el ámbito laboral.

A fecha actual, el Gobierno no ha redactado esa guía de medidas que a partir del próximo marzo deberán tener presentes las empresas si no quieren ser sancionadas, pero la norma en cuestión está generando bastante inquietud en las mismas, anticipando interminables trámites burocráticos y más gasto añadido a su ya difícil situación económica.

Las medidas disuasorias contra las empresas incumplidoras van desde las multas de 200 a 2.000 euros por infracciones leves como la utilización de expresiones vejatorias contra un trabajador por su orientación o identidad sexual; de 2.000 a 10.000 por dar trato menos favorable a los citados; o de 10.000 hasta 150.000 € y cierre del establecimiento por hasta tres años por, por ejemplo, la victimización secundaria, que viene a ser que la propia Administración Pública niegue atención a la víctima, dando lugar con ello a un nuevo daño psicológico. ¡Cada día me gusta más mi profesión! ¿Quién pierde el tiempo viendo la Isla de las Tentaciones con la de juicios que se nos vienen con discriminados por la empresa por su orientación sexual?

El secretario de Estado de Empleo, Sr. Pérez-Rey, ha anticipado que las personas tienen derecho a salir del armario dentro y fuera de las empresas y todo esto me trae a la memoria a mi padre, que decía que al trabajo se iba comidito, cagadito y folladito.

*Abogada especialista en Derecho del Trabajo y Seguridad Social

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