Opinión | GUADALQUIVIR

Alucine

El mundo del cine español acaba de entregar sus premios Goya, siendo la película ‘La sociedad de la nieve’, del director Bayona, la más premiada. Francamente, un trabajo excelente y de una tensión psicológica y emocional que se alivia en el momento que aparecen esos helicópteros sobrevolando sobre las cumbres nevadas, para salvar a los últimos supervivientes del aquel inenarrable accidente. Me consuela saber que los helicópteros partieron desde la empresa Pegasus en Palma del Río dirección Sierra Nevada en Granada. Fue un modelo Bell 212 para simular el Bell UH-1H de las fuerzas chilenas.

A la gran pantalla ha llegado ‘La reina del convento’, una película rodada en 2023, en el hotel-monasterio de San Francisco de Palma del Río. Durante varias semanas el equipo de actores, bajo la dirección de Carmen Perona, desembarcó en el Convento para protagonizar un guion desternillante de la historia de una tal Juanita, rica, huérfana, malcriada por su madrastra. Esta joven ingresa en un cenobio de extrañas monjas de clausura que fuman porros, son sevillistas hasta la muerte y vete a saber lo que ocurre en el interior de sus muros.

Las secuencias tomadas durante largas horas a lo largo y ancho de muchos días, obligó a cortar calles, restaurantes y otros espacios públicos y privados que fueron la admiración del gran público. Pudimos reconocer a intérpretes tan renombrados como Isabel Ordaz, Antonia San Juan, Gemma Cuervo, Bibiana Fernández, Paz Padilla, El Monaguillo y un magnífico elenco de actores, entre ellos, el excéntrico y simpatiquísimo Mario Vaquerizo. Confesar que los actores y actrices fueron muy cercanos a la gente, conversando con los interesados en conocer detalles de la película o conseguir un preciado autógrafo. El rodaje permitió días de convivencia y celebración de cumpleaños con la presencia de Manuel Bandera y Olvido Gara Alaska.

Otra vez Palma, escenario de película. Ya lo fue con ‘El Reino de los Cielos’ protagonizada por Orlando Bloom, Jeremy Irons, Liam Neeson y Eva Green... que se dejaron seducir por una Jerusalén mágica en el palacio Portocarrero y donde tantos palmeños y palmeñas fueron extras de la gran pantalla. Estos grandes actores llegaron hasta el plató natural donde el joven Manuel Benítez El Cordobés rodó Aprendiendo a morir. Entonces Palma fue el escenario biográfico de un muchacho buscando suerte en el mundo de los toros. No es la primera ni la última película rodada en la ciudad de la naranja. Alucine.

 ** Doctor en Historia

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