Opinión | PASO A PASO

Reflejos del ayer

«Mi propia travesía me impulsa a proponer un abordaje introspectivo de estos desafíos del alma»

Recorriendo las memorias de mi juventud en Córdoba, emergen ecos de una ansiedad existencial, reminiscentes de las palabras de Pessoa en ‘El libro del desasosiego’: «Sentir todo de todas las maneras». Este sentir compartido, no sólo mío, sino de un 40% de jóvenes cordobeses, teje una tela de entendimiento y empatía a través del tiempo. Mi propia travesía me impulsa a proponer un abordaje introspectivo de estos desafíos del alma. La literatura, ese refugio en el que encontré consuelo, refleja lo que Joyce articuló en ‘Ulises’: «Un hombre de genio hace preguntas que nadie puede responder». Propongo que las aulas se llenen de estas indagaciones literarias, donde los jóvenes puedan hallar un eco de sus propios dilemas existenciales en las palabras de los grandes autores. La naturaleza, en su inmutable presencia, me ofreció también un santuario. Inspirado por las reflexiones de Thoreau en ‘Walden’ («Vivo en cada estación como si fuese una vida diferente»), sugiero la creación de espacios donde los jóvenes puedan reconectar con el entorno natural. En este reencuentro, pueden encontrar una pausa del bullicio moderno, aprendiendo lecciones vitales de calma y contemplación. Finalmente, recalco la importancia de los espacios de expresión y diálogo. Tal como Camus señaló en ‘El mito de Sísifo’ («El verdadero trabajo es estar presente»), veo un valor incalculable en foros y talleres de expresión artística y diálogo abierto. Lugares donde los jóvenes puedan compartir sus pensamientos y emociones, encontrando en el arte y la palabra un camino hacia la comprensión mutua y el alivio. Estas propuestas surgen de mis propias experiencias y recuerdos en Córdoba, llevando la esperanza de que las nuevas generaciones encuentren su propia luz en el laberinto de sus sombras, tal como yo busqué y encontré en las mías.

*Mediador y coach

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