Opinión | LA CURIOSA IMPERTINENTE

Los otros pactos

El rosario de pactos al que estamos asistiendo está provocando rechazos airados pero de modo muy asimétrico. Los únicos pactos demonizados, gracias a que la izquierda ha ganado la batalla de la opinión y el centro derecha ha asumido con complejo dicha demonización, son los de PP-Vox. Nada importa Sumar, repleto de pactitos comunistas y separatistas, cuyos Comunes abogan por un referéndum de independencia en Cataluña, sobre el que Díaz no contesta, como sobre otras cosas chulísimas más.

Asimismo, el PSC ha pactado con Esquerra y ‘Puigdemones’ allá donde le ha parecido. Hasta con la CUP lo ha hecho, importándole un higo que sean partidos declaradamente antiespañoles o incluso antisistema. Claro que no es ninguna sorpresa que quien ha gobernado durante toda la legislatura gracias y en gran medida para enemigos de la Constitución, siga haciéndolo incluso cuando ya le han avisado que venderán caro su apoyo en el próximo gobierno Frankenstein.

¿Qué decir del PSN y Bildu en Navarra? Después de la defensa a ultranza del delegado del gobierno en Madrid, que les otorgó más vidas salvadas que a Teresa de Calcuta, tras gobernar con ellos durante cuatro años como claramente especificó Otegui preguntándose retóricamente si nos habían tomado a todos por tontos, expresamente ha pospuesto Chivite la formación de su gobierno para no tener que admitir la ayuda de los filoetarras en forma de abstención. Varias veces le han preguntado PP y UPN si lo hará, pero no se ha dignado responder.

Sin embargo, los únicos pactos pavorosos, deleznables y prácticamente demoníacos son los que incluyen a Vox. Antiabortista y ultracatólica son los terribles adjetivos con los que casi toda la prensa ha presentado a la peligrosísima nueva presidenta de las cortes valencianas. Pues bien, no sé usted, amigo lector, pero una, que esa señora vaya a misa a diario no lo ve un problema. Ni que defienda la vida del niño no nacido. Vox podrá gustar o no gustar pero no caigamos en la trampa de transigir con que sean los únicos que no pueden luchar democráticamente por sus ideas.

* Profesora

Suscríbete para seguir leyendo