Opinión | TRIBUNA ABIERTA

Innovación dual en la OTAN

El ecosistema Diana es una iniciativa que aporta capacidades avanzadas a las Fuerzas Armadas

El colapso de la Unión Soviética en 1991 y el final de la Guerra Fría originaron cambios radicales en la geopolítica mundial que afectaron a los sistemas políticos, relaciones internacionales, economía y forma de vida de millones de personas.

Uno de los cambios tuvo lugar en el área de la innovación tecnológica. Se debió al impulso económico causado al redirigir parte de los presupuestos de defensa a fines civiles, lo que favoreció el avance social e incrementó la capacidad inversora de la sociedad de consumo en investigación y desarrollo. Se consolidó así el proceso iniciado años antes de transferencia de innovación tecnológica del ámbito militar al civil, que se convirtió de esta forma en el principal proveedor de tecnología para la defensa. Como resultado, la mayoría de la innovación tecnológica de nuestros días no es civil o militar, es de doble uso (o dual), ya que genera productos que pueden destinarse a los dos ámbitos. Como ejemplos de productos de tecnología dual podemos mencionar los componentes electrónicos, vehículos no tripulados o satélites de posicionamiento global.

La innovación tecnológica de doble uso es algo positivo. Hace avanzar a la economía y a la sociedad, dota a los ejércitos de los sistemas que requieren para desarrollar su misión de forma eficiente y eficaz, y proporciona a los Estados la independencia tecnológica que necesitan para afrontar situaciones de crisis.

En innovación tecnológica la cantidad es importante, y la calidad aún más. De hecho, la innovación dual que mayor impacto produce es la basada en lo que se denomina tecnologías críticas. Se trata de descubrimientos científicos y avances tecnológicos emergentes y disruptivos, que ofrecen soluciones transformadoras capaces de cambiar de forma radical la situación existente. Las tecnologías críticas se caracterizan por su alto valor añadido, fuerte base científica, largos ciclos de investigación y desarrollo, gran inversión inicial y elevado riesgo, tanto financiero como tecnológico. Ejemplos de tecnologías críticas de doble uso son la nanotecnología, robótica y la fabricación de nuevos materiales.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), consciente de las oportunidades y amenazas que presentan las tecnologías críticas de doble uso, ha puesto en marcha el Acelerador de Innovación de Defensa para el Atlántico Norte, conocido como Diana por sus siglas en inglés. Su objetivo es el de impulsar proyectos que preserven la ventaja competitiva de la Alianza, frente a amenazas emergentes de defensa y seguridad procedentes de sus adversarios potenciales.

Para innovar hace falta algo más que una empresa con ideas y financiación. Se necesita un ecosistema compuesto por agentes diversos que interactúen entre si favoreciendo la creatividad y el progreso. Los principales agentes del ecosistema Diana son las personas innovadoras, universidades, investigadores, centros tecnológicos, entidades de inversión, organismos gubernamentales, Fuerzas Armadas y mentores de los Estados de la OTAN. Agentes que van a trabajar en áreas tecnológicas duales y disruptivas de interés para la Alianza, tales como inteligencia artificial, analítica de datos, vehículos autónomos, tecnología cuántica, biotecnología, energía y propulsión, nuevos materiales, fabricación avanzada, sistemas hipersónicos y espacio.

Lo habitual es que los ecosistemas de innovación se desarrollen a nivel regional, ya que los contactos personales juegan un papel fundamental en el flujo de ideas y financiación. Sin embargo, el acelerador Diana tiene dimensiones transatlánticas porque está constituido por todos los Estados de la Alianza. Así es que, para favorecer los necesarios contactos a nivel regional, Diana está creando clústeres de innovación constituidos, por el momento, por 11 aceleradores y 91 centros de ensayo, distribuidos por diferentes países de la OTAN. Por ejemplo, la Península Ibérica dispone de un acelerador en Lisboa, especializado en computación, biotecnología, nuevos materiales, energía y propulsión. En un futuro próximo se espera contar con otro acelerador, en este caso en León, en el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe). Este nuevo acelerador, propuesto recientemente a la Alianza por España, se encuentra pendiente de aprobación.

De los 91 centros de ensayos actuales, 8 se hallan en suelo español. Se centran en inteligencia artificial, analítica de datos, tecnología marítima, neurotecnología, comunicación cuántica, tecnología 5G y energía. De aprobarse la propuesta del acelerador del Incibe, España dispondría de tres centros de ensayo adicionales, uno de ellos en Málaga.

En fechas próximas a las de la cumbre de la OTAN en Vilna, Lituania, el 11 y 12 de julio, Diana hará públicos lo que en terminología de innovación se denominan «retos»; es decir, concursos competitivos para seleccionar los proyectos que mejor puedan resolver problemas específicos de la Alianza. Los primeros retos se van a centrar en tres áreas: resiliencia energética, para asegurar que las fuerzas de la OTAN desplegadas en operaciones dispongan de la energía necesaria para cumplir su misión. Intercambio seguro de información, desde la obtención de los datos a su posterior tratamiento y distribución. Y, por último, sensorización y vigilancia de los espacios físico y digital.

Diana presenta oportunidades para el ecosistema español de innovación que es necesario destacar: proporciona acceso a centros de ensayo nacionales y extranjeros del máximo nivel, contribuyendo así al conocimiento científico y al desarrollo tecnológico. Facilita la financiación de proyectos de innovación. Orienta a los responsables de dichos proyectos en la dirección de los mismos y, favorece la mejora continua de los ecosistemas nacionales que tendrán que trabajar, competir e intercambiar experiencia y conocimiento con los mejores de la OTAN.

En resumen, Diana es una iniciativa de innovación tecnológica dual que, en cooperación con nuestros aliados, aporta capacidades avanzadas a las Fuerzas Armadas, y contribuye a la seguridad y progreso de la sociedad.

* Asesor en Logística e Innovación

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