Opinión | MIRAR Y VER

Oración a los políticos

El año 2011 escribí esta carta artículo que casi repito por aquello de a Dios rogando y con el mazo dando. Políticos nuestros, todos, que estáis o aspiráis a gobernarnos. Glorificados y bendecidos seáis. En este día queremos pediros el pan que más necesitamos como alimento que nos permita vivir años de paz y concordia entre todos los ciudadanos de nuestro país y del mundo. No permitáis que el poder os haga insensibles, prepotentes, insolidarios e injustos con los más débiles, con los más necesitados. Que nada os importe el color de su piel, su nombre, su país... Políticos nuestros: venga a nosotros vuestra mirada responsable y generosa y no se aparte de las necesidades que hacen grande a un pueblo, y vengan a nosotros vuestros oídos y no caigan en la sordera, ahogados e insensibles por el pedestal y escuchen, sí, sabias palabras, dichas por sabios hombres que deben guiar vuestra acción como gobernantes. Las escuelas de un país son su futuro en miniatura y nada mejor que la educación para alcanzar la libertad porque será el pasaporte que nos lleve por los senderos de la cultura, camino que hace nobles y grandes a los pueblos. Gobernantes nuestros: que vuestra voluntad sea honradez para construir puentes sobre arroyos y ríos y no palabras tramposas que eleven acueductos en cauces secos donde vaya cayendo la corrupción y el olvido de promesas que un día fueron voz en calles y plazas. Que vuestros pies se asienten en la tierra y se confundan con el trasiego de gente que sufre enfermedades, maltratos, desahucios, hambre, frío... Porque tuve hambre y me distéis de comer... Que los ancianos reciban de vuestras manos la gota de felicidad que les permita seguir viviendo sin más privaciones y sobresaltos, con dignidad, sin tener que hacer pagos imposibles y necesarios: luz, medicinas, compañía, etcétera. No olvidéis, gobernantes, cualesquiera que sea vuestro «color», que vuestro ideal político sea gobernar como personas y no como dioses y no olvidéis que todos los males de la democracia se curan con buenos administradores de lo justo y necesario.

** Maestra y escritora

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