Si algo nos diferencia de Francia en cuanto a personajes patrióticos es que a los suyos no sólo les hacen caso sino que se les entrega el poder para que trabajen por su país. Por el contrario, aquí a los patriotas se les aparta, persigue, no se les ayuda ni escucha, e incluso son fruto de envidias. En resumen, los franceses, y gran parte de los países decentes, siempre han ido a lo suyo apoyándose en las ideas de quienes tenían claro qué era lo suyo. Y lo volvemos a ver en lo que se refiere al follón energético. Mientras que los demagógicos, acomplejados y entreguistas gobernantes españoles se tragaron hace años la exageración verde alemana que nos ha llevado a ir cerrando centrales nucleares y abandonar el carbón, los alemanes aún no las han cerrado y siguen y seguirán quemando carbón hasta dentro de una década. Por su parte, los franceses siguen produciendo energía nuclear a mansalva (y, menos mal, porque eso nos está salvando de momento) y ahora han propuesto -con toda lógica- que la nuclear sea considerada una energía verde por su ínfima emisión de CO2. En esta iniciativa ya ha arrastrado a los países de la Europa oriental, y no se descarta que Alemania los siga, mientras que España desmantela el único recurso que nos haría bastante independientes de nuestras necesidades energéticas. En Europa hablan de apagón energético, en Austria ya están preparando a la población, en España lo niegan y dicen que a vivir que son dos días, o sea, que habrá apagón. Grandes grupos industriales, tanto automovilísticos como electrónicos, dicen que China no es capaz de abastecer a Occidente de componentes, pero en España se niega el problema, como se negó el covid-19 hasta después del 8-M, siempre con la mentira en la boca y los intereses de gobierno en los medios de comunicación. El presidente francés, Macron, como es lógico, no se queda de brazos cruzados, va a invertir 30.000 millones en reindustrializar Francia para que no vuelvan a faltar microprocesadores, mascarillas, ni nada y construirá un montón de minicentrales nucleares. Lo de siempre, unos trabajan por el país que les paga, y otros por su propio día a día personal.

** Escritor

@ADiazVillasenor