Las personas, los empresarios y las mujeres y los hombres que trabajan en el sector agrario, y que han hecho su modo de vida de esa fundamental, primaria, digna y trascendental labor, ante la notoria desconsideración de aquellos responsables institucionales obligados a atenderles y que obvian sus derechos y sus justas causas mil veces esgrimidas, deberían buscar, siendo integrantes del sector geopónico, dado el oprobioso ninguneo al que se encuentran sometidos, todo aquello que siendo principal les une, con independencia de la adscripción política que cada cual en legítimo derecho defienda, manifieste o tenga, puesto que la desunión deslavazada tan solo favorece a los que soslayando sus responsabilidades los ignoran, mientras que a los ninguneados siempre les perjudicará. A no ser que estos tiendan o quieran imitar el conjunto comportamiento manso, servil y sacrificado del rebaño de la ganadería ovina, cuyo natural modo de ser tan bien conocen los ganaderos.

Menester sería, para afrontar la justa cuestión reivindicativa, imbuirse con la nobleza y fortaleza de un bravo toro de lidia, no precisamente pastueño, de buena casta y en puntas, que con robusta testuz, cabeza alta y enseñando sus defensas astifinas, hiciera frente a los, salvo contadas excepciones, burócratas zascandiles e ignaros que nunca han pisado caballón, ni entienden de gleba, ni saben o han olvidado lo que tal supone, pues lo de hollar lo suelen hacer sobre alfombra, moqueta o mármol. Y que, además, con sus vanas argumentaciones al campo intentan imponerles puertas, como si eso fuera una mera tarea reglamentaria y leguleya, llevados presuntamente por un a veces mal disimulado desprecio, sectarismo, ignorancia, o un corporativismo caciquil.

Iniciativas de la profesionalidad atañida por lo agrario y lo rural siempre secularmente han sido puestas en entredicho, por un motivo u otro, habitualmente espurio, como verbigracia la correspondiente a la constitución de la Academia de Agricultura para Andalucía; propuesta hundida en el kafkiano cenagal de la Administración autonómica.

** Doctor Ingeniero Agrónomo, Licenciado en Derecho