Concluye en unas horas la segunda semana de confinamiento por la pandemia del coronavirus que ha obligado a dejar a nuestra ciudad en modo pausa. Sin embargo, este lunes, como bien adelantaron las páginas de este diario, en una reunión telemática se decidía el futuro de Rabanales 21. Unos días antes y ya con el estado de alarma decretado, la Junta de Andalucía remitió un jaque mate a este parque que dejaba un estrecho margen de maniobra al Consejo de Administración que, finalmente, optó por el concurso voluntario de acreedores. No me gusta ser agorera, pero el polo de innovación de Rabanales 21 --un espacio excelente para crear empleo y asumir la transferencia del conocimiento desde la Universidad de Córdoba-- pierde así todos los incentivos para proyectos e inversiones de calidad.

Siempre he abogado por una oposición propositiva. Ahora con más razón. En el actual estado de alarma, las administraciones de todos los colores y niveles tenemos que arrimar el hombro para superar el presente y preparar el futuro. Por esto, que se adopten decisiones como la de dejar caer a Rabanales 21 me parece sorprendente y muy inoportuno, por ser generosa en calificativos.

Estamos demostrando que tenemos la mejor disposición para colaborar en esta crisis, pero esta actitud no nos exime de nuestra responsabilidad de alzar la voz ante decisiones injustificadas e innecesarias, ante desagravios que no ayudarán a Córdoba a levantarse.

Antes de aprobar el concurso de acreedores, había socios que solicitaron información extra, había otras soluciones sobre la mesa y, sobre todo, había una certeza: con el estado de alarma todos los procedimientos están aplazados. Como decía, incomprensible, salvo que alguien haya visto la oportunidad, precisamente, en el actual estado de focalización informativa en la crisis internacional del coronavirus, esto es, cuando todos estamos mirando hacia otro lado.

Conozco la difícil situación de Rabanales 21. La anterior crisis económica hirió profundamente los planes de futuro de este parque que ha superado dos preconcursos de acreedores con el esfuerzo de muchos para que, en el momento más inoportuno, se deje caer.

Durante mi etapa al frente del Ayuntamiento, me afané en conseguir una solución viable para nuestro parque tecnológico. Sabía que Córdoba necesitaba Rabanales 21 al igual que entiendo que lo necesitará aún más para la reconstrucción que irremediablemente sucederá a la crisis sanitaria y económica actual.

Rabanales 21 se ha dejado caer por sus propias dificultades y, hay que decirlo con rotundidad, porque no ha contado con el respaldo suficiente de la Junta de Andalucía que debería haber apostado por este parque tecnológico con las misma decisión que ha hecho en otras provincias.

Llegados a este punto, el concurso de acreedores puede avanzar hacia dos vías bien distintas: buscar una viabilidad o avanzar hacia su liquidación. Quiero reafirmar mi compromiso de que trabajaré para evitar a toda costa que Córdoba pierda esta herramienta tan necesaria para su futuro.

Insisto en que hay una responsabilidad compartida en esta coyuntura. En el último Pleno ordinario del Ayuntamiento de Córdoba pedimos un compromiso expreso de toda la Corporación por un parque que estaba llamado a cambiar nuestra realidad productiva. No lo conseguimos. Los tres partidos de la derecha se negaron. Ahora entiendo que la Junta ya les habían adelantado las decisiones que hoy todos conocemos.

Dice el alcalde, José María Bellido, que con la escasa participación del Ayuntamiento en el Consejo de Administración poco puede liderar. Precisamente un líder se reconoce no sólo por gestionar lo que le pertenece, sino por su capacidad de visión estratégica y de ser capaz de convencer al resto de que es la acertada. Digamos que lo tenía fácil al compartir siglas políticas con quien tenía el peso de la decisión.

Mantiene igualmente Bellido que Rabanales 21 formará parte del Plan Estratégico que será, por pura lógica, muy distinto después de esta crisis. Espero equivocarme, pero creo que será demasiado tarde.

El jaque mate ha llegado, pero es de nuevo responsabilidad de todos remontar esta situación y, por supuesto, ahí estaré para defender, como siempre he hecho, que Córdoba no pierda oportunidades de futuro.

* Portavoz del grupo municipal del PSOE