Cuentan en Francia que el camino que separa el palacete de Matignon, la residencia del primer ministro, del Elíseo, sede de la presidencia, es un campo de minas. El último en experimentarlo es Manuel Valls, que dirigió el Ejecutivo hasta diciembre pasado y que ayer perdió en las primarias socialistas ante el exministro Benoît Hamon, representante del ala izquierdista del partido.