¿Me preguntan si sirve para algo que se hagan públicas las declaraciones de la renta de nuestros gobernantes? Y yo me pregunto a la vez: ¿Qué razón les ha obligado a presentarnos sus declaraciones en estos momentos? ¿Acaso han tomado conciencia de la gravedad del momento que vivimos o no será más bien que tras esa información su único objetivo es, una vez más, dar una apariencia de transparencia imaginaria, para seguir ocultándonos sus finanzas y tapar las barbaridades que con su tesorero a la cabeza han estado realizando en los últimos años?

Si vemos la declaración de la renta del presidente Rajoy, nos indignan sus subidas salariales año tras año. Mientras él condena al paro a la mayoría de los jóvenes, se bajan los salarios a los trabajadores, desahucian a miles de familias de sus casas, se confirma la existencia de dos varas de medir, para la mayoría de los españoles recortes de todos tipo y la calle, para el presidente y su gobierno subidas desmesuradas y sobres.

Solo es un intento más de manipulación del lenguaje para intentar engañarnos una vez más, al presentar las declaraciones se consideran ya son transparentes, son unos cínicos, no tienen vergüenza. Este es su objetivo, esperan que una vez pasado el tiempo todo se olvidara, pero ya no es posible, no se lo vamos a permitir. Es necesario que desde todas las organizaciones y movimientos sociales, sindicales, oenegés, etc.. exijamos un cambio profundo en nuestro país, modificar la ley de financiación de los partidos políticos del año 2007. Sin una financiación transparente adecuada a las actuales circunstancias sociales del país, de los partidos, no cabe hablar de una verdadera organización democrática de los mismos como pide y exige nuestra Constitución. Todo lo demás no es más que intento de desviar la atención con las publicaciones de las declaraciones de la renta del verdadero problema, la falta de transparencia de los partidos políticos, la financiación ilegal y la condonación por los bancos de sus deudas. Que según el Banco de España solo desde año 1993 al 2002 son más de 25,4 millones de euros, sin contar las deudas vivas no ejecutadas en ese periodo.

* Coordinador del área humana de Alzahara