Tres chicas salen de Reino Unido en busca de fiesta, sexo y alcohol, mucho alcohol. Viajan hasta una isla donde iniciarse en ese ritual que tantas adolescentes han vivido. Escrita y dirigida, con las cosas muy claras, por Molly Manning Walker en este interesante debut cinematográfico en el largometraje, después de una prometedora carrera en el corto y el vídeo musical. Y, como ópera prima, es más que reseñable. Pues muestra, con una veracidad palpable, lo que ocurre durante unos días de desenfreno y caos a este trío que conforman Mia Mckenna-Bruce (actriz protagonista, en el centro del triángulo), Lara Peake y Enva Lewis.
Estamos ante el preciso retrato de una subida, en forma de gran subidón, y una bajada emocional no menos intensa. Y, sobre todo, del desconcierto que asola a quien no está preparada para vivir esta peligrosa experiencia, cuando hay alguien que no entiende lo que significa consentir. Interpretaciones de lo más auténtico sostienen este relato de adolescentes, que da una vuelta de tuerca al género empujándolo a la reflexión, más allá de esas comedias frívolas y superficiales que suelen marcar el estándar en Hollywood.
Desde que se inaugura el filme, la cámara de Lucio Bonelli se convierte en un personaje más, introduciéndose como testigo en la acción, invitándonos a vivir esas fiestas a tope, borracheras continuas, atracciones sexuales, enamoramientos, celos… desconcierto y confusión en medio del ruido y la euforia. Y la más inocente acabará por pagar un precio emocional muy caro, demasiado caro, cuando tenga que enfrentarse a determinados miedos y las consecuencias de las acciones de un desalmado que no entiende lo que significa el respeto y el consentimiento. Hay una imagen que podría resumir el estado emocional de esta chica, cuando la directora filma la vuelta al hotel, caminando por una calle desierta, ambientada con los restos de una noche de locura y desenfreno.
La cinta de esta inteligente cineasta, que se apoya en sus experiencias, ha sido distinguida, merecidamente, en Cannes 2023, como la Mejor película en la sección 'Una cierta mirada'.
