Diario Córdoba

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'Priscilla'

Sofia Coppola narra un cuento de terror con la coartada de una historia de amor

Un fotograma de 'Priscilla'. CÓRDOBA

Sofia Coppola, la directora de Lost in translation, ha filmado la cara b de Elvis (Baz Luhrmann, 2022). Sin poder utilizar ni una sola canción del rey del rock, al no permitirlo sus herederos, posee una estupenda lista de temas, conformando una muy interesante ambientación musical, uno de los alicientes de esta producción, donde encontramos autores que van de Ramones a Dolly Parton, pasando por The Shadows, Ray Charles, Quincy Jones, Ray Charles… y tantos otros grandes; sin olvidar al marido de la cineasta, que también suele supervisar las bandas sonoras de sus películas, Thomas Mars, cuyo grupo (Phoenix & Jean Max Méry) hace una versión instrumental de una canción popular, aunque más de uno piense en Love Me Tender.

A partir de las memorias Elvis and me que escribió quien da título al filme, Priscilla Beaulieu Presley, la directora escribe un guion que narra el periodo temporal que va desde 1959, cuando siendo adolescente -con 14 años- conoce en una fiesta, en una base militar alemana, al cantante más famoso de su época (un Elvis Presley de 24 años), hasta que toma la decisión de abandonar la relación, después de unos años de matrimonio y maternidad, en 1973. Por medio, nos encontramos la impecable puesta en escena del obsesivo enamoramiento, el primer beso acompañado del regalo envenenado de una pastilla para dormir mejor, la relación a distancia y la manera de convencerla para abandonar el hogar familiar, a la vez que su encierro en una jaula de oro llamada Graceland.

Y todo esto en forma de cuento de terror, aunque la coartada sea una historia de amor. Para ello, el principal vehículo con que cuenta la directora de María Antonieta y Las vírgenes suicidas no es otro que la magnífica interpretación de Cailee Spaeny, quien sabe dotar de la inocencia y delicadeza necesarias a su personaje, frente al monstruo que ha construido Jacob Elordi, que se pone en la piel de un depredador, el lobo del cuento. Después de ver la película queda bastante claro quién fue la víctima y quién el verdugo.

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