M. Night Shyamalan, conocido sobre todo por ser el director de El sexto sentido, vuelve a la gran pantalla con este filme inquietante y perturbador, entre el suspense psicológico y el género fantástico, basándose en una novela gráfica de Pierre-Oscar Lévy y Frederick Peter. 

El argumento de Old (Tiempo) cuenta la estancia de una familia y algunos personajes más, elegidos para pasar unas vacaciones en un entorno paradisíaco, invitados a una excursión en una solitaria y aislada playa, donde pronto comprobarán que el tiempo no pasa con normalidad, sino con una aceleración inusitada; así pues, podremos ver las correspondientes consecuencias en cada uno de ellos. 

Las horas se convierten en sumas de años, la vida puede durar un día. 

El escenario natural donde permanecen sin salida alguna, pese a ser al aire libre y rodeados de rocas y agua, un extraño fenómeno sobrenatural inexplicable, les enfrentará y fomentará comportamientos de lo más salvaje. 

Asistiremos a una descarnada lucha por la supervivencia que podríamos enmarcar entre un extremo Gran Hermano y un trágico Esperando a Godot. 

El resultado es algo bastante teatral, debido a las situaciones y diálogos planteados en un guion que, muy posiblemente, al filmarlo habría necesitado algo más de sugerencia y menos explicitud en determinados planos un tanto desagradables. 

El desarrollo psicológico de cada uno de los personajes está muy bien construido, así como todas las interpretaciones del reparto de la película (desde Gael García Bernal hasta Rufus Sewell, pasando por Abbey Lee o Vicky Krieps...así como los niños que dejarán de serlo rápidamente). 

Sin embargo, si adolece el resultado de alguna endeblez, posiblemente sea en ese desenlace que el director se saca de la manga para poder dar verosimilitud a la historia que nos está contando. 

No obstante, el espectador permanecerá pendiente del relato durante el tiempo que dura la acción en la maldita cala, gracias al suspense.