Pelomono

Pelomono es un conjunto eléctrico de surf oscuro y carretera perdida compuesto por dos enmascarados, Antonio Pelomono y Pedro de Dios (Guadalupe Plata). Banda producto de una noche de verano, donde ambos componentes, un poco ebrios y trasnochados, coincidieron en la puerta de un cocherón que se usaba a modo de capilla y donde unas monjas realizaban actos espirituales. “Rompamos los dientes de los malvados” Esa fue la frase que dijo una de ellas mientras los miraba dulcemente. Desde entonces hasta nuestros días los dos enmascarados han llevado la alegría y la ruina a muchos pueblos y ciudades de España. Un espectáculo musical donde lo onírico, lo demoníaco y lo exótico galopan juntos.

El origen del nombre viene del seudónimo de Antonio, mote que adquirió en su más temprana juventud debido a la facilidad que tenía para escalar árboles. Este hecho venía acompañado además de una bien surtida cabeza de pelos que por desgracia a día de hoy no sigue manteniendo.

El origen de las máscaras es bastante peculiar, pues ambas aparecieron juntas y una de ellas, en concreto la verde, una máscara de lucha libre, no se corresponde a ningún luchador existente y podríamos decir a ciencia cierta que es la máscara única.

La máscara original de Antonio, que pertenecía a un disfraz de gorila, fue robada por unos punkis en Zaragoza y tuvo que pedir otra por Amazon. Meses más tarde sufriría un trágico accidente, cuando un fanático del conjunto, después de una actuación en Madrid, aprovechando un despiste de la banda, recortó el morro de la careta con unas tijeras, dejándola inútil e inservible.

THE FLYING CUMBIAS

En 1966 el músico de cumbia Porfirio Delgado salió de Perú huyendo de un sonado escándalo relacionado con la iglesia católica y diversas sectas ocultistas. Llegó a España solo con una guitarra eléctrica y algunas canciones que fueron prohibidas en su país natal. Su música mezclaba el sabor cumbiero clásico con un sonido selvático oscuro, lisérgico y salvaje… No por nada las actuaciones de Porfirio fueron calificadas por las autoridades legales como “un peligroso ritual”.

Cincuenta años después, su hijo, Porfirio “el guapo” Delgado, recupera las canciones que inmortalizaron a su padre. De nuevo, la auténtica chicha peruana, se enreda en una orgía de psicodelia, euforia y perversión, esta vez con el sonido amazónico de los Flying Cumbias, nombre del combo mortal formado por Porfirio hijo y sus esbirros: Changuito Ponce, Lucho Prado y Jacinto “El Berrinche” López.

The Flying Cumbias llegan dispuestos a predicar el sonido más oculto de la selva, con unas melodías que te arrastran al trance, un ritmo que te revienta las nalgas de puro placer y un ritual en el que no pararás de gritar vainas y bailar como una diabla… el único problema es al día siguiente, cuando te queda el recuerdo de la cosa más pura que has probado en tu vida y solo puedes pensar “Ostia puta, quiero más”.