La tercera novillada de abono celebrada ayer en Real Maestranza de Sevilla se saldó con una pobre cuenta de resultados para la terna de debutantes, que no logró dar ni una vuelta al ruedo en un festejo que se pasó de metraje.

El cordobés Javier Moreno Lagartijo fue atendido en la enfermería de: «contusión en bíceps braquial izquierdo y región axilar, de pronóstico leve que no le impidió salir a matar al quinto».

POCO RESEÑABLE / El novillero malagueño Santana Claros no logró aprovechar la bondad del primero de la tarde, un novillo de dulce nobleza y embestida rebosante que mereció otro tratamiento. Con el cuarto, rebrincadito y muy berreón, mejoró la impresión pero sin lograr redondear por completo su labor.

Lagartijo se enfrentó en primer lugar a un utrero rajado con el que hizo un importante esfuerzo aunque sin llegar a extraer el buen fondo que escondía. Resultó alcanzado en una axila y tuvo que pasar a la enfermería. Y con el informal y deslucido quinto puso más voluntad que capacidad de resolución.

Rodrigo Molina, por su parte, tuvo que estoquear en primer lugar un sobrero después de que la presidencia devolviera al novillo titular de forma inesperada. El novillero sevillano hizo un esfuerzo sincero con el sustituto, que resultó duro y orientado, y volvió a mostrar cierta solvencia con el deslucido sexto.