La inusitada crítica el pasado lunes de Rafael Catalá al Poder Judicial, que motivó que todas las asociaciones de jueces y fiscales pidieran su dimisión como ministro de Justicia, tuvo en el PSOE a uno de sus escasos defensores. Pero el respaldo ha durado poco. Los socialistas han cambiado por completo su posición en apenas 24 horas: tras apoyar a Catalá en su denuncia de la presunta inacción del Consejo General del Poder Judicial ante el «problema singular» que sufre el juez que pidió a través de un voto particular la absolución de los miembros de ‘La Manada’, ahora exigen al ministro que «aclare» sus acusaciones o se mantenga en silencio y respete la «división de poderes». Mientras tanto, el polémico magistrado, Ricardo González, que solo vio en los vídeos de la agresión a cinco varones y una mujer practicando «actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo», continuó recibiendo mensajes de compañeros de profesión que salían en su defensa.

«Lo que le pedimos al ministro de Justicia es que no sea torpe, que si tiene alguna acusación que hacer sobre el magistrado aclare a qué se refiere. Y si no, lo mejor es estar callado, asumir la responsabilidad que tiene un miembro del Gobierno y respetar la división de poderes. No se puede tirar la piedra y esconder la mano. Le pedimos que sea prudente y no desvíe la atención. Sus declaraciones no están ayudando a centrar el debate en una sentencia que no recoge ni el espíritu ni los valores de la sociedad», dijo Pedro Sánchez.