Un policía local reconoció ayer a seis militares de la Guardia Real como los autores de la presunta agresión racista sufrida por un hombre de nacionalidad argelina residente desde años en Jaca (Huesca), del que ha asegurado ser amigo. En la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Huesca por estos hechos, que también sientan a la presunta víctima, denunciada a su vez por dos de los acusados, este policía local ha asegurado que los militares formaban parte de una turba de quince a veinte personas implicadas en las agresiones. Los seis acusados se enfrentan a una petición fiscal por presuntos delitos de lesiones a penas de 3 años y que la acusación particular eleva a 5, todo ello tras una pelea en el exterior de un establecimiento nocturno el enero del 2014 en Jaca.