El Ministerio del Interior retirará las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla en sus tramos «más vulnerables» y las sustituirá con un nuevo vallado que aporte más seguridad al control de estas fronteras pero «sin medios cruentos».

El Ejecutivo de Pedro Sánchez cumple así con los planes que ya había avanzado durante el año pasado. Así lo señalaba ayer el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros de los viernes, durante la que se aprobó un plan dotado de 850 millones de euros para reformar y mejorar las infraestructuras de seguridad del Estado en los próximos siete años. De esas medidas, una de las que Interior acometerá a corto plazo (este mismo año), será la retirada de las concertinas en los tramos del vallado «más vulnerables», es decir de aquellos que, bien por orografía o por otras circunstancias, son objeto de más intentos de saltos por parte de inmigrantes.

Marlaska advirtió que en junio de 2017 un informe de la inspección de Interior ya apuntó que las concertinas no son un elemento «disuasorio» para las personas que tratan de acceder a España por el vallado en Ceuta y Melilla. Sin embargo, durante los últimos saltos han ocasionado heridas graves a los inmigrantes.