Una organización criminal dedicada al tráfico internacional de hachís y a robar a otros narcotraficantes con el empleo de violencia fue desarticulada en una actuación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil que se ha saldado con 23 detenidos, la mayoría afincados en Málaga y Cádiz. En la operación, que se ha desarrollado en cuatro fases y ha permitido el embargo preventivo de bienes por un valor superior a 254.000 euros, se han intervenido tres toneladas y media de hachís, 13.619 euros, diecinueve vehículos, cuatro armas de fuego y 43 teléfonos móviles, según informó ayer el instituto armado. Entre los detenidos figuran los jefes de la red, dos hombres de nacionalidad rumana y española, acusados de los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y robo con violencia. La investigación se inició en septiembre de 2016, cuando agentes de la Guardia Civil que participaban en un control de seguridad ciudadana dieron el alto a un vehículo que se dio a la fuga, y que fue hallado unos kilómetros más allá abandonado con 82 kilos de hachís en su interior. Las pesquisas de la Guardia Civil llevaron a otra investigación de la Policía Nacional relacionada con una organización criminal dedicada al tráfico de estupefacientes. En octubre de 2016 se formó un equipo conjunto de trabajo en torno a un grupo criminal asentado en Manilva (Málaga) y dedicado al tráfico de drogas a gran escala que estaba liderado por dos hombres y que se caracterizaba por su peligrosidad. La red cometía robos violentos de droga o dinero procedente de esta actividad a otros narcotraficantes.