La tasa de jóvenes entre 18 y 24 años que poseen el título de Educación Obligatoria Secundaria (ESO) pero no querían seguir estudiando llegó a ser del 71% en 2002 y bajó a cerca del 50% en 2014, pero ahora el dato está repuntando y en 2017 alcanzó casi el 60%.

Lo alerta el informe Fracaso escolar y abandono educativo temprano de la Federación de la Enseñanza de CCOO, en el que se destaca que, «como antes de la crisis, está repuntando el colectivo de quienes con título no quieren continuar estudiando».

Francisco García, secretario general de la Enseñanza de CCOO, ha pedido a las autoridades educativas que se tomen «muy en serio» la búsqueda de fórmulas para retener al alumnado en el sistema educativo, a pesar de que haya ido bajando el porcentaje del abandono educativo temprano en los últimos años (en 2017 era del 18,3% de la población y en 2008 ascendía al 31,7%).

CCOO concreta, con datos de la Encuesta Población Activa, en alrededor de 585.000 jóvenes los que se encuentran en situación de abandono educativo temprano (entre 18 y 24 años), y para ellos se debería incrementar la información y la orientación con el objetivo de ofrecerles enseñanzas más cercanas a sus intereses. El coste por curso para que volvieran esos jóvenes a estudiar lo calcula Comisiones en 3.180 millones de euros, «menos de la mitad de los recortes educativos en gasto público educativo».

El informe de Comisiones Obreras señala asimismo que las «altas tasas» de abandono educativo temprano afectan más a los inmigrantes y a quienes han estudiado en centros públicos. Por otro lado, García ha explicado que la Lomce ha provocado una mayor tasa de repetición porque se repite por curso y no por ciclo y «al final se va a provocar más abandono educativo temprano».