Tras la conclusión de la Semana Santa, es hora de hacer balance. Además de los números y estadísticas, la celebración religiosa tiene un alto contenido estético que cada año evoluciona. En esta ocasión, la constante amenaza de lluvia ha impedido que quince cofradías llegaran a la carrera oficial. No obstante, esto no ha sido óbice para contemplar el avance estético de la Semana Santa cordobesa.

Como venimos advirtiendo años atrás, los pasos de Cristo están cada vez más completos, salvo algunas excepciones que están aún en vías de concluirse, por cierto de muy buena factura, como el del Prendimiento o el Buen Suceso, ambos en el Martes Santo.

Es ahora cuando ha llegado el momento de avanzar en los pasos de palio, durante años olvidados. En este sentido, este año estaba previsto el estreno del palio de la Virgen de la Esperanza del Valle, un conjunto muy terminado en orfebrería y bordado que, por el momento, no se ha podido valorar el resultado en la calle.

Sí que se pudo ver el palio de la Virgen de la Trinidad, con el estreno de la bambalina trasera y el respiradero completo, una obra muy bien trabajada por el orfebre José Manuel Bernet que levantó más de un elogio.

No menos interesante es el techo de palio de la Virgen de la Alegría estrenado ayer. La pieza realizada por Jesús Rosado destaca por el trabajo de las sedas que ocupan la gloria central.

Varias sayas como las destinadas a la Virgen del Rocío y Lágrimas, Encarnación y Palma, todas realizadas por Antonio Villar, cierran el capítulo de bordados.

En el apartado de orfebrería, además de los respiraderos de la Trinidad, es de reseñar el nimbo del San Juan de Pasión, una obra de Jesús Amaro.

En lo que respecta a los exornos florales, se han vuelto a ver tanto los clásicos como aquellos compuestos de distintas variedades florales. En esta línea destacan el del paso de Jesús Humilde en la Coronación de Espinas, el de Jesús del Perdón y el del Nazareno de la Santa Faz, entre otros.

Afortunadamente, también se han visto exornos clásicos a base de iris morado, como el del Cristo de la Misericordia, o el clavel rojo en el Amarrado a la columna.

En cuanto a los pasos de palio, ha vuelto a predominar el uso de flor variada como el de la Virgen de la Trinidad o Virgen de la Merced. Entre los más clásicos destaca el de la Virgen del Desconsuelo, con clavel blanco y un toque de azahar; la Virgen del Mayor Dolor, con elegantes piñas cónicas de clavel blanco, así como María Santísima Nazarena, con unas acertadas jarras en rosas blancas.

La música también ha jugado un papel importante en la Semana Santa que acaba, donde se ha podido ver la proyección de las bandas cordobesas con bastante presencia en la capital.

Capítulo especial merecen los nazarenos, comprobándose un considerable aumento, así como un saber estar antes y durante la estación de penitencia.