Además de la falta de agua, para complicar aún más la situación del campo, la provincia ha vivido en el 2017 el verano más caluroso de los que se recuerdan (al menos desde que hay registros oficiales), con una media de 28,9 grados entre los tres meses (del 1 de junio al 31 de agosto). Como resumen, se puede decir que ha sido el junio más cálido de la historia, un mes de julio que fue el séptimo más caluroso y un agosto que también culminó con los registros más altos de la historia, al llegar de media a los 38,7 grados. Durante dicho periodo se han registrado varias marcas. Por ejemplo, junio tuvo la media de las máximas y de las mínimas más altas. Pero fue en julio cuando se dio en la provincia, concretamente en Montoro, la máxima más alta de la historia de España, desde que hay registros, con una máxima 47,3 grados el 13 de julio. Para terminar, recientemente, la Aemet ha indicado que se ha vivido uno de los otoños más cálidos que se recuerda, con unas temperaturas por encima de lo que sería razonable, además de no llover.